En las actividades
familiares, se recitaba y cantaba. Cada pariente tenía su rutina, su
repertorio. Abuelita “doblaba las
rodillas en el polvo” cuando recitaba “Verdades Amargas”, Mami y Titi cantaban a dúo “tan solo son
mascaritas y payasos que se ríen y ninguno son felices”, tío Arturo le dedicaba
a Titi Ara “Quiero el amor de una mujer trigueña”, Tata preguntaba en su nunca
perdido acento venezolano “¿tú no
comprendes, que si te pego se despierta el niño?” y yo exclamaba “¡Arrancarte el
corazón para comérmelo a besos!”
Por eso cuando mi hijo
me llamó para que le enumerara quince poemas que hubieran siempre estado
presentes en nuestras vidas, que él hubiera crecido escuchando o que yo no
podría permitir que él no conociera, se me hizo muy difícil la selección. Tanto
que limitándome a un poema por autor, no pude hacer una lista menor de
veintiocho.
Son estos, Noel, los
veintiocho poemas que no pueden faltar en tu libreta personal de poesía. Ni en la mía. Es posible que haya omitido alguno y que cuando lo recuerde, diga ¿cómo pude olvidarlo? Pero bueno, había que detenerse en algún número. No están en ningún orden particular pues su
relevancia ha variado según entramos en diferentes etapas de nuestra vida. Lo que sí te puedo asegurar es que cada uno de ellos trae un recuerdo, una vivencia, un sentimiento único y especial. Incluyo su autor,
aunque me atrevería a decirte que no son suyos, sino nuestros. Como dice el
cartero a Neruda en la película “Il postino”:
“La poesía no es de quién la escribe sino de quién la necesita”.
Nuestros poemas:
1. En paz - Amado Nervo
2. Epigramas - Ernesto Cardenal
3. Yunquetazo - Dinorah Marzán
4. Mi perro - Luis Lloréns Torres
5. El duelo de la cañada - Manuel Morati
6. Reto - Julio Florez
7. Lo fatal - Rubén Darío
8. Tú me quieres blanca - Alfonsina Storni
9. El viaje definitivo - Juan R. Jiménez
10. A Julia de Burgos - Julia de Burgos
11. Madrigal - José P. H. Hernández
12. Carta de Recomendación - J. A. Dávila
13. Poema del Renunciamiento - J. A. Buesa
14. En la brecha - José de Diego
15. La Patria - Julia Prilutsky
16. Mujer - Juana de Ibarbourou
17. Rimas - G. A. Bécquer (30.
37,49,61,66,68,80)
18. Mi caballero - José Martí
19. Reír llorando - Juan de Dios Peza
20. Verdades amargas - Ramón Ortega
21. La muñeca - Vital
Aza
22. Miedo - Raymond Carver
23. La oración del ateo - Miguel de Unamuno
24. Táctica y estrategia - Mario Benedetti
25. Oda la crítica - Pablo Neruda
26. Oubao Moin - J. A Corretjer
27. Nanas de la cebolla - Miguel Hernández
28. Reglas del juego para los hombres que quieranamar a mujeres mujeres - Gioconda Belli
2 comentarios:
Ayy ¡que nostalgia! Yo colocaría también el brindis del bohemio que no podía faltar (desde la radio) en la despedida de año. Y pondría, en mi caso, a Margarita, está linda la mar...de Ruben Darío los versos sencillos de José Martí y desde luego, Ausencia y Regreso de Gauthier Benítez.
Gracias por traerlos a mi memoria.
Un abrazo.
Tienes toda la razón. La lista sé que no podía detenerse en 28. En especial, Regreso, me acompañó en muchas ocasiones:
"Perdonadle al desterrado
ese dulce frenesí;
vuelvo a mi mundo adorado,
¡y yo estoy enamorado
de la tierra en que nací!
Para poder conocerla,
es preciso compararla,
de lejos en sueños verla;
y para saber quererla
es necesario dejarla.
¡Oh!, no envidie tu belleza,
de otra inmensa población
el poder y la riqueza
que allí vive la cabeza
y aquí vive el corazón.
Y si vivir es sentir,
y si vivir es pensar,
yo puedo, patria, decir
que no he sabido vivir
al dejarte de mirar".
Publicar un comentario