20 de septiembre de 2010

“No olvides. Hay esperanza”.

21 de septiembre: Día Mundial del Alzheimer

“Lo más terrible de la vejez no es la soledad,
sino la dependencia”.

“La Abuela se cansó de bracear en una nebulosa de recuerdos confusos, del miedo a quedarse sola o de caerse, del crujido de los huesos y del acoso de rostros y voces que no podía identificar. Un día dejó de comer… Su hija decidió, con mucha pena, que su madre tenía pleno derecho a irse a su propio gusto y tiempo”.

Isabel Allende
en “La suma de los días”

        La fecha del 21 de septiembre ha sido escogida por la Organización Mundial de la Salud y la Federación Internacional de Alzheimer para celebrar el día mundial del Alzheimer. El propósito es dar a conocer la enfermedad y solicitar apoyo y solidaridad no solo para los pacientes sino también para sus familiares y cuidadores.
     No sé si es intencional o casualidad, pero este día se celebra en el hemisferio sur el día de la Primavera. Tampoco sé la razón para escoger esta fecha en específico. Quizás porque en el norte empieza el otoño y de la primavera al otoño se pasa tan rápido. Tan rápido como pasan los años...
       La enfermedad de Alzheimer es un desorden progresivo, degenerativo e irreversible del cerebro que causa la debilitación, la desorientación y una eventual muerte intelectual. El primer caso conocido fue el de una mujer de 51 años, llamada Auguste Deter, recluida en el hospital de enfermedades mentales de Frankfurt en el 1901. La paciente sufrió una rápida pérdida de memoria, alucinaciones, desorientación, paranoia, trastornos de conducta y del lenguaje. El Dr. Alois Alzheimer estudió su situación, describió los síntomas y publicó para el 1907, luego de la muerte de la mujer, un trabajo con el título “Una enfermedad grave característica de la corteza cerebral”. Había hallado, al hacer la autopsia, lesiones cerebrales consistentes, con atrofia cerebral y presencia de cuerpos denominados seniles.
       Ya en el 1910, el Dr. Kraepelin, en la octava edición de su “Manual de psiquiatría” la denominó como enfermedad de Alzheimer. Entre los síntomas de la enfermedad de Alzheimer se incluyen la pérdida gradual de la memoria, disminución de la capacidad para desempeñar tareas de rutina, incapacidad para discernir, desorientación, cambios en la personalidad, dificultades del aprendizaje y pérdida de las destrezas verbales. La velocidad con que se producen estos cambios varía de una persona a otra. La enfermedad eventualmente convierte a sus seres totalmente incapaces de cuidar de sí mismos.
       La causa de la enfermedad de Alzheimer se desconoce, pero no es parte del proceso de envejecimiento normal. Si bien aún no existe un tratamiento que lo cure, el diagnóstico precoz y el conocimiento de los síntomas pueden aliviar la ansiedad de pacientes y familiares, además de propiciar un tratamiento adecuado que retarde las etapas avanzadas de la enfermedad.
En todos los casos, la mejor solución es la prevención. Se recomienda:
1. Ingerir ácidos grasos polinsaturados. De acuerdo a ciertos estudios realizados, éstos mejoran el funcionamiento del cerebro. Son ricos en este ingrediente los pescados azules y vegetales como el maíz, la soya, el girasol y las nueces.
2. Los alimentos ricos en vitaminas E y B como granos, levadura y carnes puede ayudar a que las células del nervio del hipocampo, el cual trabaja en la memoria y el aprendizaje, no se dañen.
3. Evite fumar e ingerir alcohol.
4. Mantenga la mente en acción. Haga crucigramas, dibuje, ocúpese de las plantas, lea, vea películas, juegue a las cartas, escuche música, memorice canciones y poemas.
5. Evite el aislamiento, comparta con su familia, únase a organizaciones comunitarias.
6. Controle su peso.
7. Siga los tratamientos adecuados si padece de diabetes o hipertensión arterial.
8. Haga ejercicio.
9. Descanse y duerma bien.
       Las proyecciones mundiales que fueron publicadas en la revista médica The Lancet calculan que 81 millones de personas estarán afectadas por Alzheimer en 2040. En la actualidad, más de cien mil mueren anualmente a causa de la enfermedad. Puede afectar a hombres y mujeres de más de cuarenta años aunque la mayoría de los afectados son personas mayores de 65. Al aumentar la expectativa de vida, aumentarán también las probabilidades de desarrollarla. A los 60 años, el riesgo de sufrir la enfermedad es una de cada 60 personas, a los 80 lo padecerán cinco de cada diez. Existe una mayor predisposición en los hijos y hermanos de pacientes con Alzheimer para contraer la enfermedad. Ésta mayor predisposición no involucra herencia. Sólo el 10% de las demencias tipo Alzheimer son hereditarias.



2 comentarios:

Borinkeando dijo...

Saludos! conocí a una mujer que su madre tenia alzheimer y la tenia internada en un hogar. Todos los santos días ella iba a visitarla desde la mañana hasta después del almuerzo porque a las 3 tenia que ir a buscar a sus nieta al colegio. Me contaba que su mama llevaba 10 años sin conocerla... Se me ocurrió preguntarle como se sentía al ver que su madre no la reconocía y me dijo; ella no me conoce! pero yo si se quien es mi madre!

Siluz dijo...

Es un acto de amor, de gratitud a todo el amor que nos dieron. ¡Nosotros sí tenemos que recordar por ellos que olvidaron!