Luna,
que iluminas la noche de San Juan,
que abrillantas los guijarros del camino,
las piedras de la fuente de la plaza,
y el viejo campanario
¡Por favor!
Escóndete un ratito detrás de aquella nube,
deja un trozo de sombra al final de sendero,
allí, junto al laurel.
Mira que lo que tengo que decirle a mi moza,
se oye mejor a oscuras.
¡Luna!
¿Qué haces ahí acostada detrás de aquella nube?
¡Levántate!
¡Enciéndete de prisa!
¿No ves que se nos cuela en grandes fardos negros,
la muerte blanca, allá por la escollera?
Pídele prestados al sol
alguno de sus rayos,
Que en todo el ancho mundo
no haya un rincón en sombra
donde encuentren refugio,
los mercaderes de la muerte blanca
¡Abre tus cuchillos, luna!
¡Acaba con la noche!
¡Échala de la playa!
Luna de cobre,
Parapetada tras el vientre seco de la loma
No salgas todavía.
Espera
Deja reinar, un poco más, la oscuridad en la playa
Ellos llegan cansados,
ansiosos, asustados
Concédeles una tregua,
dales tiempo.
para que puedan perderse por los recovecos del mundo
y luchar por el sueño imposible que los trajo hasta aquí,
por el que han aceptado pagar tan alto precio.
A veces el más alto.
La vida.
Pilar Galindo Salmerón
¡Gracias, Pilar, por permitirme publicar tu poema!
(Pilar es una compañera del taller literario "Tallado de papel".)
¡Gracias, Pilar, por permitirme publicar tu poema!
(Pilar es una compañera del taller literario "Tallado de papel".)
3 comentarios:
Que hermosos versos.
Siluz,me ha encantado ver mi poesía en tu blog, para mi es una alegría que la hayaa compartido con tus amigos. Pilar.
Simplemente, hermoso.
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