Porque son esas cosas sencillas las que nos dan felicidad.
Trataré de reducirlas a veinte. Solo como un ejercicio. Si quieres, hazlo también y comparte tu selección en los comentarios.
Lo importante es no olvidar que, como dice Manuel Carrasco: "los mayores tesoros que tengo, no los he comprado".
Lo importante es no olvidar que, como dice Manuel Carrasco: "los mayores tesoros que tengo, no los he comprado".
1. Caminar por la orilla de la playa.
2. El olor a café
colado en la mañana.
3. Mirar la luna
llena.
4. Encontrar en el
cielo las estrellas de “los 3 Reyes
Magos”.
5. Hallar fotos y
papeles olvidados.
6. El beso sincero de
un niño, su abrazo.
7. Escuchar que me
llamen “mamucha”.
8. Un espontáneo “te
quiero”.
9. Un amanecer o
atardecer frente al mar.
10. Descubrir rincones
de esta inmensa pequeña isla.
11. Confirmar que la
amistad no depende de hablarse cada día.
12. Razones para decir
“no hay de qué”.
13. Un arco iris.
14. La música de
Serrat.
15. Que mi equipo gane
un partido. Mucho mejor un campeonato.
17. Responder a un
“abuelita”.
18. Un girasol.
19. No poder soltar un
libro que me atrape.
8 comentarios:
Amiga, veinte joyas de felicidad. Algunas de ellas las compartimos. Estamos cerca.
Así es, amiga, sé que compartimos muchas. Y también sé que incluirías poemas, flores y fotografías de pájaros. Gracias por comentar. Un abrazo.
Pues mira, compartimos casi un 90 por ciento de esas cositas...
Así es Siluz... Los detalles que acarician el espíritu.
Eso mismo, Olga. Mimos para el espíritu. Un abrazo.
Curioso que hace unos días pensaba que lo que importa en la vida son esos pequeños momentos, nada importantes ni dramáticos que sin embargo nos hacen feliz. Mi hija mayor me dijo una vez que esa ha sido la mejor lección que he podido darle.
Muchos de los que enumeras son los míos.
Un abrazo..
Estoy segura que así es. Gracias, Ivonne, por comentar. Y a seguir disfrutando esos pequeños momentos que son los verdaderamente importantes.
Héctor, tu comentario se había quedado traspapelado en el buzón de spam, no sé por qué.
Y sí, es así, son esas cosas sencillas las que nos dan felicidad cada día, y a veces no nos damos cuenta.
Un abrazo.
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