Buscando entre libros
y cuadernos viejos, en un viaje de nostalgia, encontré este libro. No sé quien fue su dueño original pero tengo
la impresión que ha pasado por muchas generaciones de mi familia. Les aseguro que no fui yo, pues tiene fecha
de 1916. Lo que sí sé, fue que pasó por las manos de mi hermana y las mías, pues
ambas dejamos nuestras firmas infantiles en sus páginas.
¿Cuántos de ustedes
aprendieron a leer con las aventuras de Luis y Ana?
El libro está
escrito por José González Ginorio y según explica al final, “está basado en nuestro
Método racional para enseñar a leer y escribir simultáneamente”. Añade González Ginorio sobre el niño en una nota a los maestros: “La lectura de este libro le recuerda su vida y se ve rodeado
de sus padres, de sus hermanos, de sus amigos, de sus animales favoritos, de
sus flores, de sus arboles, de sus juguetes, de todo lo que para él es bello,
de todo lo que él ama…"
No tenían Luis y
Ana televisor, ni juegos electrónicos, ni Barbies o muñecos robots ni
naves de guerras espaciales o muñecas que parecen reales. Pero tenían al gato
Mauro y al perro Leal, un hermanito bebé al que ayudaban a cuidar, jugaban al
gato y al ratón, a la pelota, alimentaban a los pollitos, disfrutaban en el
campo y en la playa, cooperaban en las
tareas del hogar y descansaban juntos al final del día.
Quizás pintaba una familia perfecta
en un mundo ideal, distinto al que los pequeños lectores conocían. No hay en ese mundo madres solteras, ni
padres criando solos; mamá espera en casa a papá, quien trabaja afuera para mantener
el hogar. Roles claramente definidos por su género:
“La
familia de Luis trabaja.
Por la
mañana su papá sale de su casa. Va a trabajar al pueblo.
El
trabaja para su familia.
Es un
buen padre.
La mamá
trabaja también. Ella limpia la casa.
También
cose la ropa de sus niñitos amados.
Ella prepara
la comida para todos.
¡Buena
madre!”
Así aprendimos a leer, convencidos que las nenas cocinaban y cosían y los
nenes salían a la calle a trabajar. Hoy,
cien años después, se pide que se eviten los estereotipos, los roles de género.
Y me parece muy bien. Pero yo pediría mejor
que se eviten los cuentos de violencia, venganza y maltrato infantil, el poco
respeto por la vida animal y las escenas de miedo, cucos, espantapájaros o
ropavejeros.
Creo que está muy bien que los niños vean como algo normal que papá friegue
los platos y mamá vaya a la oficina, o que comprenda que la familia puede ser
solo papá o solo mamá. No les haría daño ver algo como:
Mi mamá
me ama. Amo a mi mamá.
Vivo con
mi mamá y mi hermana.
Mi papá
me ama. Amo a mi papá.
Mi papá
me busca todos los fines de semana.
Amo también
a mi madrastra.
Mi madrastra me ama.
Lo que sí hace daño es que piensen que a un lobo se le puede llenar la
barriga de piedras y tirarlo al río o a
una bruja quemarla en una estufa o que pueden ser abandonados por su madrastra,
con el consentimiento del padre, en un bosque sin comida ni agua y ser
engordados para convertirse en plato de una cena.
15 comentarios:
No recuerdo haberlo leído..pero si tengo muy frescos los cuentos de Abelardo Dicaz Alfaro, Mi preferido era Santa clos va a la cuchilla
Yo tengo un libro viejito q tiene el cuento, lo voy a buscar para leerlo a mis hijos. Gracias
Muy cierto, me encanta. Yo tenía todos los de Rosa y Pepín, Mota el gato y Finí la muñeca. Mis favoritos eran los que ponían las caritas a la izquierda para que uno supiera quien decía la línea, muy teatral e ideal para mis gustos. Siempre preferí esos cuentos a los de las brujas y donde las madrastras son malvadas. Sería estupendo volver a esa base eliminando los estereotipos y el morbo justiciero para que los malos paguen, quizá los niños volverían a interesarse por la lectura y por conocer a unos personajes con los cuales te podrías identificar, cuestionar o analizar.
Muy interesante lo que planteas. Mis hijos disfrutan mucho leer pero siempre estoy pendiente para que logren entender el mensaje y ayudarlos a encontrar una moraleja de lo leido.
Sí, Jeannette, los cuentos de Abelardo son punto y aparte. Hay que aplaudirlos de pie.
Mela: Gracias a ti por la visita.
Maritzay Lennie : El amor por la lectura tiene que fomentarse desde la niñez, con libros que llamen su atención, adecuados a su edad y bien escogidos. Porque es mucha la competencia de los juegos y la TV y se nos están deshumanizando. Y los tenemos que ayudar en ese proceso, que nos vean leer, que los motivemos a leer, y sea una actividad gratificante.
Gracias por comentar. Un abrazo.
Me hiciste recordar a Mota a Lobo y los demás que no recuerdo el nombre. Con ese librito, que me imagino que es una versión más adelantada de la que nos enseñas aquí, aprendí a leer.
Muy interesante de el tema de la familia. Tengo varios escritos sobre la diversidad en la familia. Crees que deba publicarlos? Creo que aquí hay mucha gente que no está preparada para leerle a sus hijos un cuento sobre la diversidad y el respeto a la diversidad. Qué crees?
Es posible que no estemos preparados para leer sobre la diversidad en la familia, pero eso no quita que sea ya algo necesario. Nuestras familias, en el siglo 21, son diferentes a las de principios del siglo 20, y no podemos tapar el cielo con la mano. Nuestros niños deben sentirse identificados con lo que leen, y tenemos que ir a su realidad.
A mí me gustaría leer tus escritos y supongo que sería interesante publicarlos en algún medio de la red. Es un problema que toca a muchas familias.
A los 5 años yo no sabía leer, pero me memorizaba los cuentos que mi hermana (que me lleva 6 años) me leía. En el salón de kinder, antes de la siesta, se los recitaba a mis compañeritos usando de guía las láminas del libro. Ahora pienso que debí memorizar las notas alcalce de Hanzel y Gretel... O.o
Gracias por ésto Siluz, me facina leerte y que me pongas a pensar.
Gracias, Vanessa, por leer y comentar. Me imagino cuánto se desarrolló tu imaginación al contarle los cuentos, desde tu perspectiva infantil, a tus amiguitos.
Hola Siluz! siempre resulta una reconfortante visita acercarse a tu sitio.
Muy interesante tu mirada, a partir de un viejo libro de lecturas infantil, sobre los cambios y el sinceramiento de las relaciones "posibles" familiares,en el mundo de hoy.
En mi país, Argentina, en los últimos años, hasta las leyes acompañan y regulas estos cambios fundamentalmente socio-culturales.
¡Y esto es bueno porque amplía el espectro de construcciòn de los lazos, que permiten la constituciòn de nuevas formas de "familia"!
Abrir el debate y análisis crítico en todo lugar (como un blog por ejemplo) es saludable para la comunidad global.
Por otro lado coincido en parte con tu apoyo a poner a los niños en contacto con lecturas que reconforten su alma y siembren valores positivos.
Sin embargo debo decir que después de leer hace ya unas décadas un libro que se llama "Psicoanálisis de los cuentos de hadas" de Bruno Betthelheim -muy bien escrito además- he cambiado mi enfoque sobre cuentos tradicionales de hadas y madrastras. El Dr. Bettelheim postula que ciertos compomentes de estos cuentos tienen un alto valor catártico, y organizador ya que de ellos se puede aprender mucho de lo que sucede a nivel interno en todo ser humano - dotado de intuición, razón y emoción- y su resolución en beneficio de una saludable construcción del yo.
Lo interesante no es o uno u otro tipo de relatos sino una presencia de los dos en la vida del niño.
AbrazOs!!! desde Argentina
Helvia
Siluz: Hace tiempito que no entraba en tu blog y antes que nada me encanta el nuevo look.
Me interesó mucho esto del librito porque encontré uno parecido entre las cosas de mi suegra hace tiempo y lo guardo como si fuera de oro o plata.
¡Cuánta razón tienes en lo que planteas! Yo pienso que hay como una conspiración que debe salir del Pentágono o el complejo militar industrial para que TODO lo que se muestra en la tele, el cine, los comics, los juegos sea violento, sangriento y estéticamente feo. Como bien dices, están deshumanizando nuestra juventud.
Gracias, Helvia, por la visita. Como en todo, creo que lo difícil es establecer el justo balance. Un exceso de fantasía, puede ser dañino, pero también una sobredosis de realidad.
Gracias por tu interesante aportación. Hay muchos cambios por hacer pero...¿cuántas generaciones pasarán antes que se vea un cambio significativo?
Gracias, Ivonne. Ya era tiempo que cambiara el vestidito al blog. No me atrevía a hacer un cambio más dinámico por miedo a perder entradas.
Recuerdo el problema que tuvo una vez Prometeo y cómo nos decía: si no está dañado, no lo arregle. Me alegra te guste.
Por los acontecimientos de hoy en Colorado tenemos que aceptar que las mentes de los jóvenes están siendo bombardeadas por la TV, el cine, los vídeojuegos. Admiran personajes violentos y disfrutan viendo escenas sanguinarias, apocalíticas. ¿Por qué no convertir la ficción en realidad?
Hola, soy mexicana y encontré un libro de José González Ginorio, de 1918.
Saludos, estoy en busca de este libro con propósitos de estudiar la literatura infantil puertorriqueña. ¿Será posible una digitalización del libro?
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