24 de agosto de 2007

Reacción solidaria a una denuncia obligada

"Bienaventurado el hombre
que no sigue las consignas del Partido

ni asiste a sus mítines
ni se sienta en la mesa con los gangsters
ni con los Generales en el Consejo de Guerra
Bienaventurado el hombre que no espía a su hermano
ni delata a su compañero de colegio
Bienaventurado el hombre que no lee los anuncios comerciales
ni escucha sus radios
ni cree en sus slogans.
Será como un árbol plantado junto a una fuente".
(Salmo 1 - Ernesto Cardenal)


En 1946, Juan Ramón Jiménez se preguntaba: "¿Quién será el poeta que llene lo que queda del siglo, como los cuatro citados* llenaron lo que va de una equivalente invasión temporal; el que levante y pase una nueva antorcha y, sobre todo, el que determine una poesía de verdad mayor? Para mí será un poeta libre, claro, de forma personal como la de los cuatro influyentes mayores; realista, pero trascendente; más sensual que Unamuno; más directo que Darío; más general que Antonio Machado; menos socorrido que Lugones; más optimista que Juan Ramón Jiménez; más sencillo que Gabriela Mistral; menos premioso que [Jorge] Guillén; más completo que García Lorca; más sano que Neruda; más unido que Alberti... Y si tenemos en cuenta la predicción de Henry A. Wallace sobre la era que se avecina, la del Pacífico, en la que yo creo firmemente, ese poeta -corona del siglo- deberá nacer en Hispanoamérica y del lado del Pacífico, que lo espera".

La respuesta llegó con el tiempo pues si alguien tomó esa antorcha y puede llamarse un poeta libre, trascendente, directo y completo es el nicaragüense Ernesto Cardenal. Un poeta comprometido, innovador, apasionado, vertical, honesto, nuestro.

Sesenta años después, entrevistado por el diario “La Nación” de Chile, a la pregunta de si había valido la pena ser parte del Movimiento Sandinista de Liberación Nacional, Cardenal contesta:

—Esos años fueron también importantes, porque fue el acompañar a todo un pueblo generoso y heroico en la transformación de un país. La revolución se perdió por la injerencia de Estados Unidos. Pero lo peor es que ese Frente Sandinista después se corrompió. Ahora es el “danielismo”, un partido sometido a un caudillismo férreo, el de Daniel Ortega. Yo, junto con muchísimos otros hemos salido de ese partido. Aspiramos a volver a aquella revolución. Pero, ¿cuándo será?, no sabemos.

Hoy corre por la red una carta enviada a los medios noticiosos:

"Me veo en la penosa obligación de denunciar ante Nicaragua y el mundo que me ha llegado la información de que el presidente Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo se han alarmado por la promoción (sin ninguna participación mía) de la candidatura al Premio Nóbel por considerar que soy un adversario; y que han decidido parar esta iniciativa lanzando una campaña de desprestigio contra mí, tanto nacional como internacionalmente por todos los medios a su alcance.
En caso de ser así yo estoy indefenso ante esta campaña del gobierno de Nicaragua y lo único que puedo hacer es anunciarlo antes de que suceda.
Son muchos los medios que el gobierno puede lanzar contra mí, y siendo muy fácil la presentación de falsas evidencias y falsos testigos y falsas pruebas, y estando todos los juzgados y las instancias judiciales y aun la Corte Suprema de Justicia bajo su control, ante esta impotencia en que me encuentro no puedo sino decirle a Dios como en el Salmo:
Sin motivo me pusieron una trampa,
hicieron un hoyo para que cayera en él;
que caigan en su propia trampa.

Managua, 21 de agosto de 2007
Ernesto Cardenal"

Es increíble que palabras como éstas hayan tenido que salir de la pluma del “más universal de los poetas vivos de la lengua española”, cuya obra ha sido traducida a veinte idiomas. Nominado en el 2005 para el Premio Nóbel de Literatura y por segunda vez en el 2007, todos los latinoamericanos tenemos que secundarlo. Este premio no cae en América Latina desde 1990 cuando fue recibido por el mexicano Octavio Paz. Nadie mejor que Ernesto Cardenal para representarnos.

Desde Puerto Rico, te respaldo, Poeta.


* Se refería a la influencia de Rubén Darío, Juan Ramón Jiménez, Federico García Lorca y Pablo Neruda

Para escuchar algunos de sus poemas: http://www.palabravirtual.com/index.php?ir=crit.php&wid=100&show=poemas&p=Ernesto+Cardenal

2 comentarios:

La-Roc dijo...

Oye, Silú... no te animas a participar en el blog grupal de la bori? Herencias Literarias Creo que serías un gran recurso.

Comentando referente al "post"
Me he quedado asombrada que se siga mezclando las creencias políticas con el talento de un ser humano. Aun cuando se este afavor o se difiera de otra persona eso no le resta ni le quita el peso de su aportación a la literatura.

Se avanza en la tecnología pero aun existe gente mentalmente en la cueva.

Ana María Fuster Lavin dijo...

Extraordinario manifiesto, también te agradezco la solidaridad, soy la editora de Borinquen Literario, y me gustaría que me lo reenviaras al Boletín pero firmado!
Gracias a Mairym di contigo
un abrazo