Por lo que se oye en las noticias es para estar nervioso. Con toda razón un hombre en Vieques , en medio de la colocación de tormenteras y preparación para recibir al no invitado, sufrió un infarto. Nos obsesionamos con las noticias, vemos todos los canales, todos los pronósticos, todos los mapas, seguimos la trayectoria y temblamos al pensar que está a punto de llegar el monstruo.
Y es que eso es. Pero no llegó. Gracias a Dios.
Aunque no podemos negar que nos desilusionamos. Increíble que somos. Hoy hay trabajo, hoy hay clases. Hoy todo vuelve a la normalidad. ¿Dónde se fue Omar?
Una depresión que según se acercaba a nosotros se convirtió en tormenta y ya está catalogada huracán 3. Fuerte y destructiva. Pero ya no viene. Y nos quedamos con la latería comprada, con la jamonilla, las salchichas, los spaghetti, los doritos y papitas, la cerveza, las velas y el agua.
No se fue la luz. (¿Qué hacemos con tanta vela ahora?) Tampoco el agua (Y nos llevamos cajas) Tenemos ahora Chef-Boyardee y corn-flakes para un año.
Tendremos que hacer una fiesta para terminar con todo lo que compramos. La celebración del huracán que no llegó.
Porque si llega como se temía, tendríamos calles inundadas, árboles en el suelo, comunidades incomunicadas, montes deslizados, puentes caídos, carreteras destrozadas. Habríamos perdido siembras, casas y vidas. Personas ahogadas tratando de pasar los ríos, quemados en incendios ocasionados por velas, electrocutados por los golpes eléctricos e intoxicados por el gas de plantas y estufas.
Sigamos preparándonos. Y si no llega, mejor. Pero que no se convierta esto en el cuento del lobo. Porque un día puede sorprendernos. Y entonces, como decía Rafael Hernández: “¿Qué será de Borinquen mi Dios querido, que será de mis hijos y de mi hogar?”
4 comentarios:
Hay que dar muchas gracias a Dios... pues pintaba FEO...
Feísimo... Menos mal que pasó... y ni cuenta nos dimos...
Muy interesante lo que nos cuentas, Siluz.
Gracias por visitarme y
abrazos de mar.
lola
Gracias, Lola. siempre es un honor tu visita. Abrazos de mar a mar.
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