8 de enero de 2012

Nuestros poemas


En las actividades familiares, se recitaba y cantaba. Cada pariente tenía su rutina, su repertorio.  Abuelita “doblaba las rodillas en el polvo” cuando recitaba “Verdades Amargas”,  Mami y Titi cantaban a dúo “tan solo son mascaritas y payasos que se ríen y ninguno son felices”, tío Arturo le dedicaba a Titi Ara “Quiero el amor de una mujer trigueña”, Tata preguntaba en su nunca perdido acento venezolano  “¿tú no comprendes, que si te pego se despierta el niño?” y yo exclamaba “¡Arrancarte el corazón para comérmelo a besos!”
Por eso cuando mi hijo me llamó para que le enumerara quince poemas que hubieran siempre estado presentes en nuestras vidas, que él hubiera crecido escuchando o que yo no podría permitir que él no conociera, se me hizo muy difícil la selección. Tanto que limitándome a un poema por autor, no pude hacer una lista menor de veintiocho.

Son estos, Noel, los veintiocho poemas que no pueden faltar en tu libreta personal de poesía.  Ni en la mía.  Es posible que haya omitido alguno y que cuando lo recuerde, diga ¿cómo pude olvidarlo?  Pero bueno, había que detenerse en algún número. No están en ningún orden particular pues su relevancia ha variado según entramos en diferentes etapas de nuestra vida.  Lo que sí te puedo asegurar es que cada uno de ellos trae un recuerdo, una vivencia, un sentimiento único y especial. Incluyo su autor, aunque me atrevería a decirte que no son suyos, sino nuestros. Como dice el cartero a Neruda en la película “Il postino”: 
“La poesía no es de quién la escribe sino de quién la necesita”.


Nuestros poemas: 

1. En paz - Amado Nervo

2. Epigramas - Ernesto Cardenal

3. Yunquetazo - Dinorah Marzán

4. Mi perro - Luis Lloréns Torres

5. El duelo de la cañada - Manuel Morati

6. Reto - Julio Florez

7. Lo fatal - Rubén Darío

8. Tú me quieres blanca - Alfonsina Storni

9. El viaje definitivo - Juan R. Jiménez
10. A Julia de Burgos - Julia de Burgos
11. Madrigal - José P. H. Hernández
12. Carta de Recomendación - J. A. Dávila
13. Poema del Renunciamiento - J. A. Buesa
14. En la brecha - José de Diego
15. La Patria - Julia Prilutsky
16. Mujer - Juana de Ibarbourou
17. Rimas - G. A. Bécquer (30. 37,49,61,66,68,80)
18. Mi caballero - José Martí
19. Reír llorando - Juan de Dios Peza
20. Verdades amargas - Ramón Ortega

21. La muñeca - Vital Aza

22. Miedo - Raymond Carver

23. La oración del ateo - Miguel de Unamuno

24. Táctica y estrategia - Mario Benedetti

25. Oda la crítica - Pablo Neruda

26. Oubao Moin - J. A Corretjer

27. Nanas de la cebolla - Miguel Hernández



2 comentarios:

Hilda Vélez Rodríguez dijo...

Ayy ¡que nostalgia! Yo colocaría también el brindis del bohemio que no podía faltar (desde la radio) en la despedida de año. Y pondría, en mi caso, a Margarita, está linda la mar...de Ruben Darío los versos sencillos de José Martí y desde luego, Ausencia y Regreso de Gauthier Benítez.
Gracias por traerlos a mi memoria.
Un abrazo.

Siluz dijo...

Tienes toda la razón. La lista sé que no podía detenerse en 28. En especial, Regreso, me acompañó en muchas ocasiones:

"Perdonadle al desterrado
ese dulce frenesí;
vuelvo a mi mundo adorado,
¡y yo estoy enamorado
de la tierra en que nací!

Para poder conocerla,
es preciso compararla,
de lejos en sueños verla;
y para saber quererla
es necesario dejarla.

¡Oh!, no envidie tu belleza,
de otra inmensa población
el poder y la riqueza
que allí vive la cabeza
y aquí vive el corazón.

Y si vivir es sentir,
y si vivir es pensar,
yo puedo, patria, decir
que no he sabido vivir
al dejarte de mirar".