30 de septiembre de 2008

El patito feo

No se si danés o ruso,
genial cuentista relata
que en el nido de una pata
la hembra de un cisne puso.
Y ahorrando las frases de uso
en los cuentos eruditos,
diz que sin más requisitos,
en el trigésimo día,
la pata saco su cría
de diez y nueve patitos.

Según este cuento breve,
creció el rebaño pigmeo
llamando PATITO FEO
al patito diez y nueve.
El pobre! Siempre la nieve
lo encontró fuera del ala.
Y siempre erró en la antesala
de sus diez y ocho hermanos
que dejábanle sin granos
las espigas de la tala.

Vagando por la campiña
la palmípeda cuadrilla
al fin llegó hasta la orilla
de la fuente en la montaña.
Que sensación tan extraña
y a la par tan complaciente
la que le onduló en la mente
al llamado Feo Pato
cuando miró su retrato
en el vidrio de la fuente!

Surgió entonces de la umbría
un collar de cisnes blancos
en cuyos sendosos flancos
la espuma se emblanquecía.
(Aquí, al autor, que dormía
cuando este cuento soñó,
dicen que lo despertó
la emoción de la belleza.
Y aquí sigue, o aquí empieza,
lo que tras el soñé yo)

Cisne azul la raza hispana
puso un huevo, ciega y sorda,
en el nido de la gorda
pata norteamericana.
Y ya, desde mi ventana,
los norteños patos veo,
de hosco pico fariseo,
que al cisne de Puerto Rico,
de azul pluma y rojo pico
lo llaman PATITO FEO.

Pueblo que cisne naciste,
mira y sonríe, ante el mote,
con sonrisa de Quijote
y con su mirada triste;
que a la luz del sol que viste
del alba tu campo y tu mar,
cuando quieras contemplar
que es de cisne tu figura,
mírate en el agua pura
de la fuente de tu hogar.

Con flama de tu real sello,
mi cisne de Puerto Rico,
la lumbre roja del pico
prendes izada en el bello
candelabro de tu cuello.
Y azul del celeste tul,
en que une la Cruz del Sur
sus cinco brillantes galas,
es el que pinta en tus alas
tu firme triángulo azul.

Oro latino se asoma
a tu faz y en tu faz brilla.
Lo fundió en siglos Castilla.
Y antes de Castilla, Roma.
Lo hirvió el pueblo de Mahoma
en sus fraguas sarracenas.
Y antes de Roma, en Atenas,
los Homero y los Esquilos
hilaron de ensueños el hilo
de la hebra azul de tus venas.

En tu historia y religión
tus claros timbres están;
que fuiste el mas alto afán
de Juan Ponce de León.
Mírate, con corazón,
en tu origen caballero,
en tu hablar latinoibero,
en la fe de tus altares,
y en la sangre audaz que en Lares
regó Manolo el Leñero.

Veinte cisnes como tú
nacieron contigo hermanos
en los virreinos hermanos
de Méjico y el Perú.
Bajo el cielo de tisú
de la antillana región,
los tres cisnes de Colón,
las tres cluecas carabelas,
fueron las aves abuelas
en tan maña incubación.
Alma de la patria mía,
cisne azul puertorriqueño,
si quieres vivir el sueño
de tu honor y tu hidalguía,
escucha la voz bravía
de tu independencia santa
cuando al cielo la levanta
el huracán del Caribe
que con sus rayos la escribe
y con sus truenos la canta.

Ya surgieron de la espuma
los veinte cisnes azules
en cuyos pico de gules
se deslera la bruma.
A ellos su plumaje suma
el cisne de mi relato.
Porque ha visto su retrato
en los veinte cisnes bellos.
Porque quiere estar con ellos,
Porque no quiere ser pato.

Luis Lloréns Torres

(Juana Díaz, 1876 - Santurce, 1944)

Escritor puertorriqueño. Poeta y ensayista, cultivó la lírica modernista para pasar, en una etapa posterior, al costumbrismo de signo nacionalista y patriótico que predominó en las letras puertorriqueñas en las primeras décadas del siglo XX.

Influido por su militancia política y por el naciente criollismo literario, se involucró a partir de 1904 en la emergente corriente literaria nacionalista que se manifestó a través de la exaltación de los símbolos más representativos del espíritu nacional puertorriqueño: el lenguaje jíbaro, el folklore popular, las estampas costumbristas de la isla o la recuperación de los episodios más significativos de la propia historia, todo ello como un medio de defensa ante el riesgo de aculturación que suponía la presencia del elemento norteamericano.
En esta línea se encuadran sus obras Valle de Collores, Unjú, El patito feo, Campesina criolla, Canto a la mujer puertorriqueña y su famoso Grito de Lares (1917), drama histórico sobre el primer intento independentista de la isla.

24 de septiembre de 2008

Grito de Lares

23 de septiembre, día del Grito.
Día de ir al altar de la patria, Lares. Es lo más cercano que tenemos a un día patrio. ¿Por qué celebrarlo? Nos enseñaron que fue un intento fallido, un simulacro de revolución. Eso nos dijeron en la escuela. Por supuesto, acompañado del dato que de de rico solo tenemos el nombre, que no tenemos recursos naturales, que no podemos vivir solos, que sin alguien que nos cuide nos moriríamos de hambre. No debe extrañarnos. ¿Qué se puede esperar de un sistema que celebra con paradas y algarabía la independencia ajena y atemoriza al pueblo con la propia?
Porque me dijeron todo eso quizás no descubrí la peregrinación a Lares hasta adulta. No permití que ocurriera lo mismo con mis hijos. Ni ellos pueden permitirlo con los suyos. Me encargué de que conocieran la importancia de este día, de que tuvieran claro que admirar a Albizu es más que llevar su rostro en la camiseta, de que Oscar Collazo es mucho más que el nombre de una calle o Juan Antonio Corretjer el de una escuela, de que conozcan la labor de Hostos y se sientan antillanos, que tengan claro que somos parte de esta América Latina, creciente, hermosa y rebelde.
Hace tres años el 23 de septiembre adquirió un nuevo significado. Quisieron apagar la llama y provocaron un incendio. Asesinaron a Filiberto y lo llevaron a la inmortalidad. Olvidaron que el ideal de libertad es fecundo, que se transmite de padres a hijos, que el ser puertorriqueño se hereda y es mucho más que un papel.

Himno Revolucionario
(letra: Lola Rodríguez de Tió)

"Despierta borinqueño que han dado la señal
Despierta de ese sueño que es hora de luchar.
A ese cantar patriótico ¿no arde tu corazón?
Ven, nos será simpático el ruido del cañón.
Nosotros queremos la libertad.
Nuestro machete nos la dará.
Vamónos, boriqueño, vamonos ya,
que nos espera ansiosa, ansiosa la libertad,
la libertad, la libertad
la libertad

21 de septiembre de 2008

Manifiesto de la simpleza masculina

Recibí copia de este manifiesto y lo comparto por lo curioso. Quizás tengan razón…ellos son Simples, las Complicadas somos nosotras. O quizás es lo quieren hacernos creer. Pero de una manera u otra, ¡es verdad que son así! Seguro que “él” pudo haberlo escrito. Sí, él mismo... ese en quien estás pensando.

Querida Mujer:
1- Si quieres algo, pídelo. Dejemos esto en claro: LOS HOMBRES SOMOS SIMPLES. Las indirectas sutiles no funcionan. Las indirectas directas no funcionan. Las indirectas muy obvias tampoco funcionan. Por lo tanto, di las cosas directamente.
2- Si piensas que estás gorda, muy probablemente sea cierto. No preguntes, me negaré a responder. Ahh!!! ... Y las balanzas no mienten ni están desajustadas, para eso las inventaron, para pesar.
3- Si haces una pregunta para la que no quieres respuesta, no te extrañe recibir una contestación que no quieres oír.
4- Somos SIMPLES. Si te pido que me pases la sal, por favor, sólo quiero decir eso. No te estoy reprochando que no esté puesta sobre la mesa, ni estoy insinuando que la comida está sosa. No hay segundas intenciones ni mensajes ocultos... De verdad, todos los hombres SOMOS SIMPLES.
5- Somos SIMPLES. No hace falta que preguntes en qué estoy pensando. El 96.5% de las veces será en 'Sexo'. Y no, no es que seamos unos 'pervertidos', es simplemente lo que más nos gusta, ya que desgraciadamente, SOMOS SIMPLES. (...piensa lo que quieras)
6- A veces no estoy pensando en ti. No pasa nada. Por favor acostúmbrate a eso. No me preguntes en qué estoy pensando, a menos que estés lista para hablar de temas como política, economía, boxeo o autos.
7- Domingo = BBQ ó Pizza = Amigos = Cervezas = Fútbol en la Tele. Y en sábados de pelea, ni te acerques. Esto es como la luna llena o la marea. No se puede evitar.
8- Ir de compras no es divertido, y no, nunca voy a considerarlo de esa manera. Mucho menos si no sé ni siquiera lo que ando buscando.
9- Cuando tengamos que ir a alguna parte, absolutamente cualquier cosa que te pongas está bien. DE VERDAD.
10- Tienes suficiente ropa. Tienes demasiados zapatos. Y las ofertas de ropa no son verídicas. Nadie te regala nada. Nadie, ¿entiendes?
11- Llorar es chantaje. Así de sencillo.
12- El salón de belleza no es lugar para los hombres. Para eso hay peluquerías. Además, no hay corte, tinte o peinado que valga lo que ustedes pagan, para que luego se quejen de que no les gustó y paguen el doble por corregirlo.
13- La mayoría de los hombres tenemos tres pares de zapatos. Insisto SOMOS SIMPLES. Por lo mismo, ¿qué te hace pensar que sirvo para decidir cuál par de los treinta que tienes se te ve mejor?
14- Respuestas sencillas como un 'SI' o un 'NO', son perfectamente aceptables para cualquier pregunta.
15- Acude a mí con un problema sólo si quieres ayuda para resolverlo. Para eso sirvo. No me pidas empatía como si fuera yo una de tus amigas.
16- Un dolor de cabeza que dura 17 meses es un problema. Que te vea un médico. En comparación, una uña con el esmalte saltado, o una media corrida NO son un problema. Créeme que los hombres, SIMPLES como somos, lo último que vemos en una mujer son sus uñas. Quien te diga lo contrario miente, o te lo dice para ver si así logra lo que en realidad pretende el 96.5% del tiempo.
17- Si algo que dije se puede interpretar de dos formas distintas, y una de ellas hace que te entristezcas o te enojes, mi intención era decir la otra.

18- TODOS los hombres vemos nada más 16 colores. Manzana y Durazno son frutas, no colores. Por cierto, ¿Qué carajo es el color 'fuchia'? Es más, ¿Cómo mierda se escribe?
19- La cerveza nos emociona tanto como a ustedes las carteras.
20- Fumar un buen cigarro es tan disfrutable como tener una buena sesión de sexo. Así que no me arruines el momento pidiéndome que lo apague.
21- Si te pregunto si pasa algo malo y tu respuesta es 'no, nada', te voy a creer y reaccionaré como si nada malo pasara. No buscaré otro significado, porque mi pregunta fue clara y directa.
22- No me preguntes si te quiero. Ten la seguridad de que si no te quisiera, no estaría contigo. Y obviamente, tampoco es necesario que trates de averiguar cuánto te quiero.
23- La simpleza del hombre radica en que es un animal instintivo. La mujer es un ente emocional. No le pidas peras a un manzano.
24- Regla genérica: Ante cualquier duda sobre nosotros, piensa siempre lo más sencillo. Recuerda, SOMOS SIMPLES.

Por favor distribuye este manifiesto a la mayor cantidad de mujeres posible, así tal vez nos entiendan de una vez por todas. Distribuye también a todos los hombres que conozcas, para que sepan que no están solos en la lucha.
Gracias,
Nosotros

18 de septiembre de 2008

Siesta

Recuestas tu cabeza sobre mi cuerpo.
Es la hora de tu siesta.
Acaricio tus rizos infantiles y te contemplo.
Pienso en los dos chiquilines que extraño.
Entonces me abrazas,
me convierto en tu mundo y tú en el mío.
Olvido preocupaciones, desgracias, tristezas,
problemas, necesidades, desilusiones, añoranzas.
La vida es este instante y nada más.
Me pierdo en tu sonrisa franca y tus ojos puros
imaginando el tono de tu voz recién estrenada
cuando por fin sepas llamarme abuela.

A Nahuel

14 de septiembre de 2008

Ana Belén - Yo también nací en el '53


Espero no tener que explicar porque me gusta tanto esta canción...
Yo también nací en el ‘53
Y jamás le tuve miedo a vivir
Me subí de un salto en el primer tren
Hay que ver que en todo he sido aprendiz
No me pesa lo vivido, me mata la estupidez
De empezar un nuevo siglo distinto del que soñé.
Yo también nací en el ‘53
Yo también crecí con el “Yesterday”
Como tú sintiendo la sangre arder
Me abracé sabiendo que iba a perder
Siempre encuentras algún listo
Que sabe lo que hay que hacer,
Que aprendió todo en los libros,
Que nunca saltó sin red
¿Qué te puedo decir que tú no hayas vivido?
¿Qué te puedo contar que tú no hayas soñado?
¿Qué te puedo decir que tú no hayas vivido?
¿Qué te puedo contar que tú no hayas soñado?
Yo también nací en el ‘53
Y soné lo mismo que sueñas tú
Como tú no quiero mirar atrás
Sé muy bien que puedo volverme sal.
Siempre tuve más amigos de los que pude contar
Se que hay varios mal heridos que esperan una señal.
¿Qué te puedo decir que tú no hayas vivido?
¿Qué te puedo contar que tú no hayas soñado?
¿Qué te puedo decir que tú no hayas vivido?
¿Qué te puedo contar que tú no hayas soñado?

No me pesa lo vivido me mata la estupidez
De empezar un nuevo siglo distinto del que soñé
¿Qué te puedo decir que tú no hayas vivido?
¿Qué te puedo contar que tú no hayas soñado?
¿Qué te puedo decir que tú no hayas vivido?
¿Qué te puedo contar que tú no hayas soñado?
¿Qué te puedo decir que tú no hayas vivido?
¿Qué te puedo contar que tú no hayas soñado?
¿Qué te puedo decir?
¿Qué te puedo contar?

10 de septiembre de 2008

Por el bien del Partido

“Barquito de papel,
¿en qué extraño arenal han varado
tu sonrisa y mi pasado, vestidos de colegial?”
J.M. Serrat

El papel, temblaba al unísono con las manos que lo sujetaban. Federico leía una y otra vez, incrédulo. Aceptar lo allí solicitado daba al traste con todas sus aspiraciones, su trabajo, su campaña de meses, su preparación de años, su sueño de ser alguien, su ilusión de servir.

Muy despacio, dobla la carta por la mitad. La mira. Sus pensamientos vuelan hasta llevarlo a su oficina nueva. Se ve allí, parado en el mismo centro, eufórico, señalando las paredes, el suelo, mientras decoraba en su imaginación cada rincón. “Aquí irá un cuadro. El escritorio, más cerca de la esquina. Más allá varias sillas para el público.” Recibirá tres días a la semana, por lo menos, a la gente de su región, los escuchará, atenderá sus quejas, solucionará sus problemas. No seguirá los pasos de su antecesor, “el inaccesible”. Lo hará bien, como tiene que ser. Estarán orgullosos de él. Eso creyó.

Dobla las esquinas del papel formando un triángulo en su punta. La renuncia, le solicitan su renuncia “por el bien del partido”. Necesitan su puesto para que el Presidente de la colectividad y ex-gobernador de la provincia pueda colocarse en la Legislatura. Nada menos que el Presidente, el derrotado candidato a la gobernación, a quien el pueblo le votó en contra. ¿Cómo explicar si no que se ganaran las dos cámaras y el poder ejecutivo quedara en manos del principal partido opositor? Necesitaban una vacante. Y fue el escogido.

Torció las esquinas inferiores de la hoja hacia arriba. Ahora entendía la premura de la reunión. Ya le extrañaba tanto misterio. Nada menos que con la jerarquía alta del Partido. Fue con una esperanza ingenua, con el entusiasmo inocente de quien tiene la vida por delante y está a punto de alcanzar sus metas. “Seguro quieren felicitarme y motivarme a trabajar bien, aconsejarme que no me deje corromper, que cumpla con los deberes de un funcionario público de vocación.” ¡Qué chasco, Federico! ¿Cómo pudiste ser tan estúpido?

Abrió el papel como si fuera un cono para beber agua y con una mueca burlona lo colocó sobre su cabeza. Eso había sido, un payaso para todos. Con seguridad a esta hora todos se mofaban de él. Pensar que ya había mandado a hacer una placa para la puerta de su oficina. Senador Federico López Uriarte. Y debajo: A tu servicio siempre. “Eso es lo que soy, un servil, un arrastrado.” Se avergonzaba de sí mismo. Pero ¿tenía otra alternativa que no fuera dejarse llevar?

Tomó el sombrerito que aún tenía en su cabeza y lo aplanó formando un diamante. Recordó los accesorios que le regaló su esposa para adornar el escritorio: su nombre escrito en madera, el marco con la foto familiar y el porta plumas haciendo juego. Todo preparado por uno de los mejores artesanos de su pueblo para quien se proponía ser “el mejor legislador de su tiempo”. Ella confiaba en él. También la gente que lo votó. No quiere imaginarse que pensarán cuando se enteren.

Haló hacia fuera las dos esquinas del diamante. No iban a dejarlo brillar. Lo amenazaron con aquel video comprometedor que tenían en su poder. Total, una tontería: una fiesta de locura, de juventud sin frenos, de irresponsabilidad sin límites. Fueron claros: “Renuncias o lo enviamos a la prensa”. Exponer a su familia al ridículo y a sí mismo a la vergüenza era más de lo que podía soportar.

Abrió el papel en triángulo y lo aplastó hacia el otro lado. Así se sentía: aplastado. Ellos necesitaban una vacante para ofrecer al Presidente, al prepotente candidato incapaz de aceptar la derrota, a ese hombre terco y manipulador que se proponía no solo ser senador, sino presidir el cuerpo. Sin importarle a quien se llevara por delante, lograría su propósito; desestabilizar el nuevo gobierno y entorpecer la labor del gobernador entrante.

Separó hacia las esquinas el pliego doblado. Contempló el barquito que, sin querer, había armado. Pensó en su niñez. ¡Qué fácil era todo antes, entonces tenía fe! Por eso mismo lo seleccionaron; porque aún conservaba sus principios, era fiel a sus ideales, creía en lo que predicaba, estaba dispuesto a transformar su ilusión en trabajo y en bienestar, sabía pensar en los demás. “¡Por idiota!” pensó, sin poder evitar un sonido que pretendió ser carcajada.

Salió, sin importarle la lluvia que arreciaba. Se inclinó en el borde de la acera. Colocó sobre el agua que corría por la cuneta al barquito construido con la carta recibida. Así lo vio perderse a la deriva, calle abajo. “Allá van mis sueños, en algún extraño arenal serán varados. Quise abarcar el mar sin darme cuenta que frente a mi sólo tenía un estanque.” Resignado y empapado, se dirigió a la que todavía era su oficina a preparar la carta de renuncia. Alegaría problemas personales que le impedían ejercer el cargo. Sí, tenía un serio problema personal: se antojó trasatlántico sin percatarse que solo era un barquito de papel.
Siluz

7 de septiembre de 2008

A mal tiempo, buena cara

Siluz
No compro periódicos… leo los virtuales.
No voy al banco... uso el servicio en línea.
No hablo por teléfono...me comunico por Yahoo.
No visito amigos, voy a la sala de chat.
No sé donde está mi vieja agenda... tengo la del Outlook.
No necesito sellos... escribo e-mails.
No llevo un diario, actualizo mi blog.
No uso diccionarios ni enciclopedias, busco en Google
No armo álbumes, guardo mis fotos en Facebook.
No veo canal de videos, los busco enYoutube
No tengo libreta de apuntes, archivo en “Mis documentos”.

Y ahora que llevamos días con interrupciones del servicio eléctrico,
truenos y relámpagos y no para de llover
¿Qué hago?
Pierdo mi memoria,
mis ideas,
mis tareas,
mis pasatiempos,
mis amigos.

Entonces redescubrí la canción del amanecer
La gente que camina en la mañana
La risa de los niños que van a la escuela
La conversación telefónica sin nada que decir
Salir a la calle sin diligencias que hacer
Las notas que me esperaban en la guitarra
El hilo de tejer y la aguja de crochet
Los brincos de mi perra
La sonrisa del bebo al jugar con la abuela
Los libros sobre mi mesita de noche
El Scrabble y el ajedrez
La cena a la luz de las velas
Escuchar los coquíes acostada en la hamaca

Y me alegré.