22 de mayo de 2008

Siete nominaciones para Puerto Rico en Festival 15/15

El Festival 15/15 es un certamen anual que proporciona el reto creativo de hacer un cortometraje de 15 minutos o menos, en 15 horas. Es un evento con sede en Melbourne, Australia y coordinado a través del mundo.

El único requisito para los participantes es que sigan las bases del festival:
1. El corto tiene que hacerse entre 08:00 - 23:00 (El día de grabación este año fue el 8 de Marzo)
2. Las películas no deben durar más de quince minutos (incluyendo títulos y créditos)
3. Las películas deben contener el objeto secreto (este año fue una llave) en 85% de los planos o más.
4. Debe utilizarse la cita secreta por lo menos una vez en algún momento importante.

Las nominaciones para la edición 2008 ya han sido anunciadas y se destacan tres cortometrajes puertorriqueños.
"Patas" está nominado en la categoría de mejor corto animado.
"Homenaje To..." cuenta con una nominación a mejor diseño de producción. Narra la historia de cuatro personajes, unaLlorona, una Maja, una Geisha y una reina que se reunen para rendir homenaje a un personaje desconocido. ." El corto rinde homenaje a Freddie Mercado, como el mejor 'performer' y artista plástico de Puerto Rico. " comenta Orlando González, director y guionista. “No hay una gran historia ni un mensaje trascendental. No hay grandes efectos. Sólo se quiere lograr un ‘mood’ más bien jocoso y relajado." Añadió: “Entiendo que mejor diseño de producción indica que todos los elementos escogidos están bien escogidos. Ganar sería excelente, pero la nominación es ya un gusto."
"Un Día Cualquiera", cuenta con cinco nominaciones en las categorías de mejor director, mejor fotografía, mejor uso del objeto, mejor guión y mejor comedia. Eduardo Rosado, director, se mostró contento con la noticia. "Las nominaciones son una sorpresa. No me lo esperaba. Tenía mucha fe en el trabajo del elenco y en la historia de Cesar Rafael Castillo. Habíamos delineado una historia al principio, pero Cuando César y Noel Ernesto(actor del corto) me presentaron la idea, tuve que con mucho dolor dejar la que tenía y a casi las 2 de la tarde comenzar a grabar la nueva propuesta. Pero obviamente no me arrepiento".
"Un Día Cualquiera" narra la historia de tres empleados de un mafioso y sus obligaciones en un día de trabajo normal. El corto cuenta con las actuaciones de Noel Ernesto(ganador del Mejor actor en Cine Fiesta 2007 por "Peor es Nada"), César Castillo, Emil Soler, Daniel Torres, Kathy García, Carlo de León, y Jonathan Rivera. La fotografía y edición estuvieron a cargo de Emmanuel Díaz.

Noel Ernesto, Emil Soler y Daniel Torres son vegabajeños, producto de nuestra escuela superior Lino Padrón Rivera y estudiantes de la Universidad del Sagrado Corazón de Santurce. ¡Éxito!

Para más información sobre lo que acontece en el Festival, visita:
http://www.filmfestival15.com/en/archives/nominations
Parte de la información fue tomada de: http://cinemovida.net/short_frecuency

19 de mayo de 2008

Empatía

Si preguntan por mí...
diles que salí a cobrar la deuda
que tenían conmigo el amor,
el fuego, el pan, la sábana y el vino,
que eché llave a la puerta y no regreso”.

Beatriz Zuluaga



Por la ventanilla veíamos cómo el ala del avión rompía la gigantesca nube. Ella viajaba con su hija, de unos tres años, a quien acomodó en el asiento central. No era muy conversadora o quizás estaba nerviosa por la altura. Creo que solo notó mi presencia al intentar pasar para llevar a la niña al baño. Yo, próximo al pasillo, entorpecía el paso. Cortés, me levanté. Sonrió. Al regresar, les di unas cajitas con una merienda que repartieron en su ausencia. Dijo “gracias” y volvió a sumergirse en sus pensamientos. Supuse que volaba por primera vez y era la razón para esa expresión de miedo. Aunque en realidad lo único constante era el silencio. A riesgo de parecer imprudente, no dejaba de mirarla. Percibía sentimientos simultáneos encontrados: tristeza, ilusión, rencor, soledad, temor, preocupación, esperanza.

Por lo general leo en los aviones. En esta ocasión se me hizo imposible. Y en algún momento me dormí. Vagaba perdido entre sueños cuando escuché a la niña preguntar:
—Mamá, allá donde vamos...¿nos encontrará papito?
“Extraña a su papá” especulé con algo de envidia. Me sorprendió su respuesta:
—No te preocupes, Lizbeth. Papito no volverá a molestarnos.
No sé si la conversación de la niña con su madre era imaginaria o real, tampoco si transferí a ellas viejas culpas. Mas en un segundo me percaté de toda la tragedia. Ambas iban a rehacer su vida lo más lejos posible de un hombre que las atormentaba. Como escenas de una película, divisé a esta madre, en silencio y a hurtadillas, aprovechando cada ausencia de él para recoger sus pertenencias. Distinguí una habitación infantil, no hace mucho arreglada con ilusión, desarmada en abrupta huida. Sentí la búsqueda del coraje necesario para deshacer su hogar, salir y cerrar la puerta para siempre. Las vi pedir amparo en un refugio para mujeres maltratadas. Imaginé a un trabajador social entregándole presuroso, dos pasajes, solo de ida.
Supe en ese instante que esta niña crecería lejos de la influencia negativa de su padre y que pronto ni lo recordaría.
—Pasajeros cuyo destino final es Panamá, favor de cumplimentar el documento requerido para su entrada al país.
La joven no llenó el papel de aduana por lo que deduje que estaba en tránsito hacia otra ciudad.
Sus ojos seguían fijos en la ventanilla.
El rey amarillo lucía imponente sobre el manto azul. “Cada noche nos regala un nuevo día”, medité.
—Que sea lo que Dios quiera —la oí murmurar.
Estaba seguro. Eran dos víctimas más de violencia doméstica.
La ayudé a bajar su equipaje de mano de la tablilla superior. Aproveché para despedirme.
—Cuando uno escapa de su mundo es porque se ha visto obligado. Has hecho lo correcto. No será fácil pero saldrás adelante. Deseo que todo les salga bien, por ti y por ella.
Me miró extrañada. ¿Cómo podía yo saber? Pero sabía. Y estaba seguro de no equivocarme.

Seguí camino a recoger mis maletas. Ellas se dirigieron hacia alguna salida pues daban la primera llamada para su vuelo. Miré atrás para decirles adiós pero se me perdieron entre la lluvia de pasajeros que inundaban todos los pasillos.
Pensé entonces en el hombre del cual huían. Yo también conozco lo que es asfixiarse en soledad, quemarse el alma en culpas y remordimientos, presumirse inocente y descubrirse culpable, buscar excusas geniales para justificar lo indefendible. Yo sé lo que es perder a quién más se ama.

No las volví a ver. Como tampoco a mi hija. Quizás, hace quince años, alguien la escuchó preguntar si yo las encontraría. No lo hice.

¡Qué sola habrá quedado tu casa, Lizbeth! Tal como ha estado desde entonces la mía...


Elsia Luz Cruz Torruellas
(Siluz)

9 de mayo de 2008

Alguien dijo

Alguien dijo que un niño se lleva en el vientre durante nueve meses.
Ese alguien no sabe que un hijo se lleva en el corazón toda la vida.


Alguien dijo que toma unas seis semanas volver a la normalidad después de dar a luz.
Ese alguien no sabe que después de dar a luz la normalidad no existe.

Alguien dijo que se aprende a ser madre por instinto.
Ese alguien nunca fue de compras con un niño de tres años.

Alguien dijo que de "buenos“ padres salen hijos "buenos".
Ese alguien piensa que un hijo viene con instrucciones y garantía.

Alguien dijo que las "buenas“ madres nunca gritan.
Ese alguien nunca vio a su hijo romper con una pelota la ventana del vecino.


Alguien dijo que no se necesita una buena educación para ser madre.
Ese alguien nunca ayudó con una tarea de matemáticas de cuarto grado.

Alguien dijo que no se puede amar al tercer hijo como al primero.
Ese alguien no tuvo tres hijos.

Alguien dijo que se pueden encontrar en los libros las respuestas a todas las preguntas sobre como criar hijos.
Ese alguien no tuvo un hijo que se metió una semilla en la nariz.

Alguien dijo que lo más difícil de ser madre es el parto.
Ese alguien nunca dejó a su hijo en la escuela el primer día de kinder.


Alguien dijo que una madre puede hacer su labor con los ojos cerrados y una mano atada a la espalda.
Ese alguien nunca organizó la fiesta de cumpleaños de su hija.

Alguien dijo que una madre puede dejar de preocuparse cuando los hijos se casan.
Ese alguien no sabe que el matrimonio agrega yernos y nueras al corazón de una madre.

Alguien dijo que el trabajo de una madre termina cuando el último hijo se va del hogar.
Ese alguien ¡no tiene nietos!


¡Feliz día de las Madres!


Gracias, Héctor Orlando, por un día enviarme este escrito.

1 de mayo de 2008

El Primero de mayo y los Mártires de Chicago

Conmemoremos en Puerto Rico, como en el resto del planeta, el verdadero Día del Trabajador, hoy primero de mayo.

La historia del Primero de Mayo es la de "Los Mártires de Chicago". Corría el l880, y la Federation of Organized Trade and Labour Union ( federación de organizaciones de sindicatos de trabajo y comercio de EE.UU.), veía la luz. Las huelgas de ferroviarios, las reuniones y las grandes movilizaciones obreras eran reprimidas a fuerza de balazos, golpes y prisión.

La Ley


En l886, el Presidente de los EE.UU. Andrew Johnson promulgó la ley llamada Ley Ingersoll, que establecía ocho horas de trabajo, y por supuesto no entró en vigor. La federación resolvió entonces, imponer mediante una Huelga General en todo EE.UU., a partir del primero de Mayo de l886, la jornada laboral de ocho horas, para reemplazar la de 12 o 14 horas diarias, a la que se encontraban sometidos tanto varones como mujeres y niños a cambio de salarios miserables.
El corazón del movimiento a nivel nacional, estaba en Chicago, y logró apoyo masivo.

La Huelga

El primero de Mayo llegó y decenas de miles de trabajadores y desocupados salieron a la calle en diversas ciudades de EE.UU., como Nueva York,, Detroit e incluso Cincinnati. En Chicago, la huelga paró casi completamente la ciudad.Numerosas empresas como la fábrica de materiales Mc Cormick contrataron verdaderos ejércitos privados para romper las reuniones y asambleas convocadas por los huelguistas.
El 3 de Mayo mientras una parte de los huelguistas junto con sus familiares se congregaban frente a la planta de Mc Cormick , llegaron las fuerzas del "orden" cargando contra los manifestantes, reprimiendo brutalmente a trabajadores, mujeres niños y ancianos, con un saldo de varios muertos y heridos.

La Bomba

La siguiente asamblea fue realizada en un lugar abierto denominado Haymarket. La reunión había transcurrido sin ningún incidente y en el momento en que se encontraba hablando el último orador , mientras la gente se dispersaba por la lluvia y apenas quedaban unos cientos de huelguistas, se presentó un destacamento de 200 policías fuertemente armados ordenando a los presentes dispersarse.
De pronto en el cielo apareció un objeto luminoso que explotó hiriendo a varios, y la policía transformó Haymarket en zona de tiro a mansalva. Cientos de huelguistas fueron heridos, varios acribillados, y la sangre tiñó las calles de Chicago. Nadie sabe quien arrojó la bomba, existen versiones firmes, que señalan la autoría de un provocador de nombre Rudolf Schnaubelt, quien a pesar de ser detenido dos veces, en cada ocasión recuperó la libertad.

La persecución

Los dueños del poder político y económico utilizaron este acontecimiento para desatar una cacería de brujas en contra de los dirigentes de la federación, en especial aquellos identificados como anarquistas. Se clausuraron los periódicos, se allanaron las casas y locales obreros y se prohibieron las asambleas y reuniones políticas. Los periódicos señalaron con el dedo acusador a los dirigentes anarquistas, pidiendo para ellos cárcel y horca.

El juicio

El juicio fue vergonzosamente manipulado, se los acusó de complicidad de asesinato, aunque nunca se pudo probar relación alguna con el incidente de la bomba, entre otras cosas porque la mayoría de ellos no habían estado presentes en el lugar de los hechos, mientras uno de los dos que sí se encontraba era ni más ni más ni menos que el orador.
El jurado estaba formado por hombres de negocios y un pariente de uno de los policías muertos . El fiscal, sin más, aclaró que se acusó a los prisioneros porque fueron los líderes de la jornada, solicitando un castigo ejemplar que permitiera salvar las instituciones en peligro.

La horca

Cuatro dirigentes anarquistas, a saber: Spies, Parsons, Engel y Fischer, fueron llevados a la horca, al mediodía del viernes 11 de noviembre de 1887.

Los funerales

Los funerales de los que ya mismo se empezó a llamar Mártires de Chicago se efectuaron el día 12 de noviembre de 1887. El ataúd de Spies iba oculto bajo las coronas; el de Parsons, escoltado por 14 obreros que llevaban una corona simbólica cada uno; el de Fischer, adornado con guirnaldas de lirio y clavelinas; los de Engel y Lingg (quien se suicidó un día antes, en su celda), envueltos en banderas rojas. Las viudas y los deudos, de riguroso luto, y encabezando el cortejo un veterano de la guerra civil, con la bandera de los Estados Unidos. 25.000 personas asistieron a las exequias y otras 250.000 flanquearon el recorrido. Durante días las casas obreras de Chicago exhibieron una flor de seda roja clavada a su puerta en señal de duelo. (según el relato de José Martí en el periódico La Nación)


El error

En 1893, un nuevo gobernador de Illinois, John Atgeld, accedió a que se revisara el proceso. Las diligencias practicadas por el juez Eberhardt entonces establecieron que los ahorcados no habían cometido ningún crimen y que “habían sido víctimas inocentes de un error judicial”. Schwab, Fielden y Neebe fueron puestos en libertad. La hermana del testigo Waller demostró al juez que todo lo dicho por él era falso y cómo se había comprado su testimonio; se recogieron declaraciones contra el capitán Bonfield, que había manifestado: “Dénme unos tres mil de esos anarquistas y yo sé lo que voy a hacer con ellos”; se probó cómo el procurador especial Rice dispuso la integración espúrea del Jurado y otros delitos semejantes. Pero ya era demasiado tarde. Aquellos inocentes, “víctimas de un error judicial”, estaban muertos.


¿Y del Día de los Trabajadores.., del 1° de mayo..., qué fue en los Estados Unidos?

El dirigente Peter J. Mac Guire había propuesto en 1882 en un mitin de la Central Labor Union, de Nueva York, celebrar el primer lunes de septiembre como “Fiesta de los que trabajan”. Así nació el Labor Day norteamericano, que se celebró el lunes 5 de septiembre de 1882 por primera vez con un desfile, concierto y picnic. Desde entonces, y más aún luego de los sucesos de Chicago, el sindicalismo oficial de los EE.UU. con apoyo del Gobierno, celebra esa “fiesta” cada primer lunes de septiembre y ha ayudado con celo inigualable a los patrones para que millones y millones de trabajadores se olviden del real sentido del 1º de mayo, y hasta de la fecha misma. Pero no podrán borrar sobre su propio territorio, ni sobre toda la faz de la Tierra, la sombra oscilante de los ahorcados de Chicago.