18 de noviembre de 2010

"¿Vos sabés quien sós?"

Las Madres de la Plaza de Mayo con el tiempo se convirtieron en las Abuelas de Mayo. Eran mujeres de 50 a 60 años quienes buscaban a sus hijos desaparecidos durante la dictadura militar argentina, a sus hijas y nueras embarazadas y más tarde, a sus nietos secuestrados o nacidos en cautiverio. Pasadas casi 4 décadas, ya no buscan bebés, con el fin de restituirlos a sus familias legítimas, sino que apelan a hombres y mujeres que puedan no ser quiénes les dijeron ser. Esta nueva forma de encarar el problema de niños desaparecidos, se conoció como la campaña “¿Vos sabés quien sós?” que provocó que toda una generación , no limitada a la argentina, se cuestionara su origen.  Recordemos que estos niños considerados "botín de guerra', fueron inscritos como hijos propios de miembros de las fuerzas de represión, regalados, vendidos o abandonados en institutos sin nombre ni referencias de su origen. Hoy deben estar por los treinta años y pueden estar en cualquier parte del mundo. No deben sospechar siquiera. y si lo hacen quizás temen enfrentar la realidad, que quienes los criaron pueden ser cómplices de la cruel muerte de sus padres. y que sus abuelas, ya ancianas, han dedicado sus vidas a buscarlos.
Dos de las fundadoras de las Madres de Mayo, ahora de más de ochenta años, aún buscan sin descanso a sus propios nietos. Tienen la satisfacción, sin embargo, de haber encontrado 102 jóvenes , a quienes, aún en contra de opositores, represión, amenazas, burlas, falta de ayuda y compromiso e, irónicamente,  hasta de ellos mismos, les han devuelto su identidad. Mujeres que antes de la desaparición de sus hijos, nunca estuvieron envueltas en actividades más allá que las propias de su hogar, mucho menos políticas. La vida, con mucho dolor,  les encargó esta misión que jamás imaginaron, y que ellas aceptaron con la entrega y el amor que solo una madre puede ofrecer. 

Chicha Mariani
Querida nieta:
Soy tu abuela “Chicha” Chorobik de Mariani, te busco desde el momento en que Etchecolatz, Camps y su tropa mataron a tu madre y te secuestraron de tu hogar en la calle 30 nº 1134 de La Plata, República Argentina. Era el 24 de noviembre de 1976 y tenías 3 meses de edad. Desde ese momento con tu padre te buscamos hasta que a él lo asesinaron.
A pesar de que trataron de convencerme de que habías muerto en la balacera, yo sabía que estabas viva. Hoy está comprobado que sobreviviste y estás en podre de alguien. Ya tienes 31 años y tu número de documento probablemente sea cercano al 25.476.305 con el que te anotamos. Yo quisiera pedirte que busques fotos de cuando eras bebé y las compares con las que acompañan este texto
.

Quiero contarte que tu abuelo paterno se dedico a la música y yo a las artes plásticas; que tus abuelos maternos se dedicaron a las ciencias, que tu mamá amaba la literatura y tu papá era licenciado en economía. Ambos tenían un gran sentido de la solidaridad y compromiso con la sociedad. Algo de todo tendrás en tus inclinaciones de vida porque, a pesar de que hayas sido criada en un hogar distinto, uno guarda internamente los genes de sus antepasados. Seguramente hay muchas preguntas sin respuesta que aletean en tu interior.
A mis más de 80 años mi aspiración es abrazarte y reconocerme en tu mirada, me gustaría que vinieras hacia mi para que esta larga búsqueda se concretara en el mayor anhelo que me mantiene en pie, el que nos encontremos.
Clara Anahí, mientras te espero seguiré buscándo.
Te abraza, tu abuela
“Chicha Mariani"


Estela de Carlotto
Estela busca a su hija Laura y al hijo de ésta, Guido. En una de tantas entrevistas dadas a los medios, en la búsqueda de sus familiares, declara:
"Laura se fue de la Plata y contactaba conmigo por teléfono o por carta. Ese contacto se interrumpió el 16 de Noviembre del 77 y ahí comienzo la segunda búsqueda. En ese momento yo no sabía que Laura estaba embarazada.

En Abril del 78, una mujer liberada del lugar siniestro donde Laura estaba secuestrada -había al menos 500 centros clandestinos de detención como ese en todo el país-, nos dijo que Laura estaba bien, que su embarazo era de seis meses, que iba a tener un niño en Junio, que era varón, que se iba a llamar como su papá Guido y que fuera a buscarlo a la casa cuna. Seguramente le habían dicho eso para que lo transmitiera. Ella nos dio una gran alegría, primero porque estaba viva y luego porque estaba esperando un hijo. Lo más lógico es que luego la liberaran a ella y yo criara al niño hasta esperarla. Nada de eso sucedió. Ahora también comenzaba la búsqueda de Guido.
Hemos encontrado 101 nietos que están creciendo; Guido todavía falta, ruego a Dios que me lo haga encontrar lo antes posible, porque los años van pasando y ya voy a cumplir 80. Tengo toda mi familia, mis otros tres hijos, mis otros nietos y todas las abuelas porque las que han encontrado siguen viniendo a buscar a los que faltan. Encontrar a Guido sería para mí, no la culminación porque seguiría trabajando igual, pero sí pensando en Laura, en mi marido que ya no está y en la sociedad argentina una reparación muy grande".

2 comentarios:

SUsana dijo...

Hola:
Soy SUsana, una argentina. Estoy visitando el blog, me encanta leer, amo la poesía y así encontré lo dicho sobre las Madres de Plaza de Mayo. Madres es un movimiento, Abuelas es otro. Las 1ras buscan a sus hijos, las 2das. a sus nietos nacidos en cautiverio. En Madres hay más de una vertiente y desgraciadamente, ambos movimientos tan valientes, tan puros en su momento, se han mezclado con la política y han perdido algo de su esencia.
Salu2
SUsana

Siluz dijo...

Gracias, Susana, por comentar. Y valga la aclaración. Admiro mucho la valentía y empeño de estas madres y abuelas. Tiene que ser terrible no conocer el paradero de un hijo o un nieto. Ojalá no se ensucie el nombre ni la intención de estos movimientos que han logrado el reencuentro de muchas familias.