11 de noviembre de 2010

Llamada al deber 4 ("call of duty" 4) : Sembrar paz

Leo, con sorpresa y desagrado, la siguiente noticia:
"Lo que no logró el gobierno de los Estados Unidos en más de 50 años, ahora pretende alcanzarlo por vía virtual. El videojuego “Call of duty: Black Ops”, lanzado este martes en todo el mundo, transporta al jugador al ambiente de la Guerra Fría y planifica operaciones especiales, la primera de ellas asesinar al líder de la Revolución cubana Fidel Castro". "La lógica de este nuevo videojuego es doblemente perversa: por un lado, glorifica los atentados que de manera ilegal planificó el gobierno de los Estados Unidos contra el líder cubano -Fidel ha sobrevivido a más de 600-, y por el otro, estimula actitudes sociópatas de los niños y adolescentes norteamericanos, principales consumidores de estos juegos virtuales."
No puedo entender cómo podemos denominar como una "llamada al deber" la siguiente misión:
"Eres un agente de las Fuerzas Especiales de la CIA en plena Guerra Fría que viajará a Cuba, Vietnam, Laos, China y la antigua Unión Soviética con la misión de conseguir el código del arma química Nova-6, salvar al mundo y matar a Fidel Castro".  En la edición anterior (Call of duty 2) el jugador tenía que perpetrar una masacre de civiles haciéndose pasar por un extremista islámico. En esta nueva edición (Call of duty 3) , el jugador tendrá que disparar al líder cubano para pasar a la siguiente misión. Esta vez no aparecerá en pantalla el mensaje de 'Es posible que algunos jugadores encuentren una de las misiones ofensiva, ¿quieres omitir esta misión?' Si quieres  continuar, hay que matar a Fidel. Así que matas o mueres.
¿Y dónde quedó demostrarle a los niños que existe el amor y la comprensión, que "hablando se entiende la gente", que puede existir un mundo sin violencia, que vivir en paz es posible? ¿Dónde quedaron los juegos llenos de imaginación y fantasía donde la misión era vivir felices para siempre?
Y no es que le creemos un mundo falso a los niños, lejos de la realidad... pero ¿es esta violencia extrema, desmembramientos, violaciones, corrupción, asesinatos, sufrimiento, la realidad que queremos presentarle?  ¿Están ellos destinados a vivir en ese mundo caótico que les estamos construyendo?
¿Cómo podemos hablarles de las ventajas de terminar su educación y convertirse en un profesional si en la calle vendiendo "mercancía" gana más que el maestro que lo aconseja? ¿Con que moral podemos hablarle de no robar ni matar, si le traemos juegos como éste a la casa y aplaudimos cada tortura? ¿Cómo podemos pedirle respeto por la vida si le compramos un rifle y lo enseñamos a matar lagartijos y pajaritos?
Dice bien Eduardo Galeano en Patas arriba. La escuela del mundo al revés, “La violencia engendra violencia, como se sabe; pero también engendra ganancias para la industria de la violencia, que la vende como espectáculo y la convierte en objeto de consumo”.
No puedo menos que recordar aquella canción de Alberto Cortez, que en Puerto Rico popularizó Danny Rivera y que en este vídeo canta la venezolana Maria de Lourdes Devonish.  Creo que no hay que añadir nada más a su letra. Solo desear que un día la misión sea que reine la paz.


Dime ave caída, dime ave caída.
¿quién detuvo tu vuelo, cuando blanca llevabas
en el pico una rama, en el azul del cielo?.
Dime ave caída, dime ave caída. ¿quién detuvo tu vuelo?

Fuiste tú y mis hermanos, vestidos de soldados,
que no quieren que vuele y me dieron volando.
Fuiste tú y mis hermanos, con un arma y un casco.
Fuiste tu y mis hermanos, los que me han derribado.

Dime prado sin flores, dime prado sin flores,
¿qué ha pasado en tu suelo,que no tiene colores
mariposas ni amores y que todo se ha muerto?.
Dime prado sin flores, dime prado sin flores,
¿qué ha pasado en tu suelo?.

Fuiste tú y mis hermanos,vestidos de paisanos,
que pisaron las flores y metralla sembraron.
Fuiste tú y tus hermanos con un arma y un casco,
que no quieren más flores y las han derribado.

Dime niño que juegas, dime niño que juegas,
¿quién te dio esos juguetes: esas balas de goma,
esa falsa pistola, el fusil y los cohetes?
Dime niño que juegas, dime niño que juegas,
¿Quién te dio esos juguetes?

Fuiste tú y mis hermanos vestidos de paisanos
que con estos juguetes me llenaron las manos.
Fuiste tú y mis hermanos quienes me los han dado
que, por ser de juguete, dicen que no hacen daño.

Dime ave caída, dime ave caída..
¿quién detuvo tu vuelo, cuando blanca llevabas
en el pico una rama en el azul del cielo?
Dime ave caída, dime ave caída.
¿Quién detuvo tu vuelo?

Fuiste tú y mis hermanos, vestidos de soldados,

que no quieren que vuele y me dieron volando.
Fuiste tú y mis hermanos, con un arma y un casco.
Fuiste tu y mis hermanos, los que me han derribado.

6 comentarios:

Unknown dijo...

Me identifico mucho con esta entrada Siluz, ?Como ense~arle a mi Luna que no es la guerra sino la Paz, a lo que aspira el ser humano, cuando sabemos que hay una guerra constante y eterna entre el bien y el mal? Gracias por compartir la cancion, es hermosa su letra. Me hizo pensar en una de Guardabarranco que dice, "yo quiero hacer un pais, peque~o y sencillo (...) Donde la gente muera el mismo dia"

Latina dijo...

Excelente reflexión, video y letra de la canción.
Siempre es un placer toparse con personas llenas de humanidad.
Me he tomado el atrevimiento de agregarte a mis contactos del "blogroll".
Un gran abrazo cálido y fraternal.

Latina

PD: Estaré ausente de mi blog un mes más (por una operación en mi mano derecha), no puedo escribir, pero si leer.

Hilda Vélez Rodríguez dijo...

Desconocía la existencia de semejante juego, claro que conozco otros por el mismo estilo. Terrible el mundo que les tocará a ellos, los pequeños de hoy, pero dejemos que florezca la esperanza. Alguno dirá "quepis que mal me quedas"... y se quitara la vaqueta..

Siluz dijo...

Desde que leí la noticia, se me revolvió el estómago. No quiero pensar en que alguno de mis nietos juegue algo parecido. Es así como dices, terrible el mundo que les tocará...
Gracias por leer y comentar, amiga.

Siluz dijo...

¿Sabes, Vanessa? Si cada madre y padre en su pequeño país, su hogar, logra transmitir esos valores,ya estamos dando un gran paso. Nuestros niños son el futuro, ellos son la esperanza. Hagamos nuestra parte. No podemos quedarnos mirando como se nos derrumba todo lo que hemos creido y por lo que hemos luchado.

Siluz dijo...

Gracias a ti, Latina, por leer y comentar.
Espero que te recuperes. Mientras vuelves a escribir, paso por tu blog para conocerlo.
Un abrazo.