22 de junio de 2011

Haciendo galletitas caseras

Hoy me he reído tanto y tanto... que hasta dolor de espalda me dio. Ahora entiendo aquello de “zapatero, a tu zapato”. Pero déjenme hacerles el cuento desde el principio.
No me considero mala cocinera. Por lo menos en casa, les gusta lo que yo preparo. Y los platos vacíos lo evidencian. Hago comida criolla, de la que aprendí sin saber cómo, por osmosis supongo, y de la que me enseñó la experiencia.. Hago un budín de pan delicioso, guiada por la memoria sensorial, y un dulce de papaya, adaptando recetas, que las lleva de mi patio al plato.

Y como busco recetas, leo el blog de Jeannette: “Sazón Boricua". Y en su cumpleaños número 3, por sorteo, me gané varios artículos de repostería, que quise estrenar rapidito para alardear delante de mi nieto.

Entre las cositas del premio había unos cortadores de galletas. Y pensé: no puede ser tan difícil. Busqué la receta en el blog de Jeannette. Ella tenía que tenerla, después de todo era la culpable de esta nueva afición. Encontré varias.  Ahh, elemental. Tomo algo de aquí y de allá.  Y me voy al colmado a comprar lo que me hacía falta.  Incluyendo un paquete de galletas "Chips-Ahoy" por si acaso...

Como todavía me sentía un poco insegura, quise orientarme más sobre el procedimiento, y busqué en Youtube. Allí vi este vídeo, Me encantó como la chica tomaba la masa y con la facilidad que la manejaba. Y dije: manos a la obra.



Pero eso de ligarlo todo en esa cacerola improvisada, hecha con la misma harina, como que era mucho para mí. Así que preferí usar un envase…

Bueno… nada fue tan fácil como parecía. El revolú fue total. Mesa, silla, envases, picador, ollas, camisa, manos, todo , incluyendo a Nahuel, se llenó de esa mezcla pegajosa que se suponía que era la masa.

Y seguía echando harina. Eso tenía que formarse. ¿Que iba a decir mi nieto de mí? Todas las abuelitas hacen galletitas. Umjú…

Mientras más harina echaba, Nahuel y yo nos embarrábamos con aquella cosa que yo pretendía fueran un día galletas, y más nos reíamos.

Bueno, al fin, algo se solidificó. Ya hasta se parecía un poco a la masa aquella de la chica venezolana. Así que a cortar, que al fin y al cabo, era lo que queríamos hacer. Nahuel le dio forma a las “flores”.
Así llegaron al horno.
Y hasta nos las comimos.

Pero claro, al rato, Nahuel recuerda que también habíamos comprado hechas y me dice:
Abuela... ¿quedan “chips ahoy”?

10 comentarios:

lilliam dijo...

Ja, ja, ja...... Que rica tu experiencia, según leía tu historia mis carcajadas aumentaban. Espero q prepares el próximo día de galletas, saludos !!!!!!!

Rocío dijo...

jajajaa...
Toda una odisea... yo he hecho donitas, flanes y cosas asi..

Pero todo valio la pena si lo disfrutaste con el Nahuel jajajaja ya te imagino...

Siluz dijo...

ja, ja, jaja, Todavía me acuerdo y me muero de la risa. Pero bueno... lo intentaré otro día. Les aseguro que fue muy divertido.. hasta que llegó la hora de limpiar todo y desapareció el ayudante.
Besitos para las dos.

Liliana dijo...

jajaJAJAjaj!! Bienvenida al club! en Argentina había un programa de TV que se llamaba "Utilísima", bien, yo soy: Inutilísima!! jaja pero hay algunas cosas que sí me salen bien (luego de mucha práctica) jaja
Bello momento con Nahuel plagado de diversión y cariño. Eso es lo que vale.
Lila.

Anónimo dijo...

Quería agradecerte el privilegio que tengas a mi blog como uno de los sitios que seguís. Es para mí un halago y no quería dejar de compartir con vos la alegría que me produjo.
Un abrazo enorme.

Princesa Adora dijo...

jajajajaaj LO IMPORTANTE FUE LA COMIDA PARA EL ALMA!!!!
Lo otro puede comprarse, (es más cómodo al menos para mí que no me gusta cocinar!!!)

Cariños!!

Martha Ferrari dijo...

Hace unos días tuve igual experiencia con mi nietecita Pilar de tres años. Hicimos una torta de vainilla y chocolate(pastel para ustedes)Pilar con mi ayuda usó por primera vez la batidora eléctrica ¡Su cara de asombro era para fotografiar!Creo que lo máximo para ella fue romper los huevos sin que nadie la regañara por el destrozo jajaja

Siluz dijo...

Ay, Lila, yo creo que es así. No cocino mal, pero como repostera, me muero de hambre.
Es así, Adora. Alimento para el alma, y del bueno.. porque lo que se dice galletas... nos falta práctica.
Ay, Martha. La verdad es que es toda una experiencia. Aunque estoy pensándolo antes de repetirla. Espero que hayan disfrutado tanto el comer el bizcocho como el prepararlo. (Nosotros lo llamamos así. Aquí pastel es una masa, por lo general de plátano, rellana de carne, que se envuelve en un hoja y se hierve. Algo parecido a las hallacas. Es un plato típico, característico de las Navidades.)
Gracias, Marcela, por pasar. Y adelante con tu buen trabajo. No lo dejes...
Mi agradecimiento por siempre dejar su huella. Los comentarios para el bloguero son como el aplauso para el lector. Un abrazo.

maria dijo...

Como me hubiera gustado ver eso jajjaaaaaaa.harina y mas harina,un masacote? jajajaaa.
Vino a mi memoria la cara de Nahuel,cuando vio casi un incendio en su casa jajajaaa
Que divertido,sera una linda anecdota para Nahuel el resto de su vida jajajaa.
Besos!!!
TQM
Biki

Siluz dijo...

Un día de estos tendré que intentarlo otra vez. uff.. pero yo todavía no estoy lista...jajaja, de seguro, él sí.
Besos, Biki. Me alegra que hayas pasado por aquí.