4 de agosto de 2008

Tercer campeonato del cuento corto oral

El jueves pasado participé en el Tercer campeonato del cuento corto oral de la Universidad del Sagrado Corazón en San Juan, Puerto Rico. En general, fue una experiencia agradable y provechosa. Algunos detalles me parecieron acertados y otros no. Supongo que depende desde qué punto de vista uno los ve.
Creo que fallé en la elección del cuento que presenté. Cuando decidí participar seleccioné el más corto que tenía para cumplir las especificaciones. Luego oí que se leyeron algunos muchos más largos, que no sé como los acomodaron "en una sola página, a doble espacio, con márgenes de una pulgada a todos lados y letra 12". Lección aprendida para el próximo año: ocuparme más de la calidad del cuento y no de la extensión.
Tres jueces evaluaron los cuentos: la crítica literaria Carmen Dolores Hernández; el gerente general del Grupo Editorial Norma, David Ashe; y el presidente de las librerías La Tertulia, Alfredo Torres. Entre ellos, se repartieron los cuentos registrados; cada uno seleccionaría diez para que fueran leídos ante el público. Si hubo unos noventa cuentos, cada juez leyó treinta y escogió los diez que más le gustaron. Es decir que cada cuento solo pasaba por las manos de un juez por lo que quedaba a merced de su criterio y gusto. En un grupo podía que un cuento no fuera seleccionado pero tal vez en otro sí lo hubiera sido. Asumo que se hizo de esta forma porque solo se cuenta con una hora para leerlos todos.
De los cuentos que leyeron, hubo algunos muy buenos y otros no tanto. Me agradó ver tanta participación de personas mayores junto a jóvenes estudiantes. Causa interés en el público el que cada cuento sea leído por su autor. Además de que se crea un aire de expectativa mientras van presentando los cuentos escogidos.

La actividad estuvo bien organizada. En los que los jueces seleccionaban hubo una charla informal sobre técnicas para escribir un cuento corto.

¿Qué gané en la actividad?
1. La oportunidad de conocer a Luis López Nieves, uno de mis escritores boricuas favoritos.
2. El poder abrazar a Margarita Iguina, a quien conocía a través de los talleres literarios de Ciudad Seva pero no en persona.
3. El libro de Rubem Fonseca, Diario de un libertino, que se deja leer sin pausa.
4. El recuerdo y la emoción de un certamen con un ambiente de camaradería.
5. El deseo y entusiasmo para participar en el cuarto campeonato. ¡Nos vemos el año que viene!

Sobre el cuento ganador
Información y foto tomados de:

El ambiente era similar al de un certamen de belleza. Pero la pregunta final no sería contestada por los ansiosos 30 finalistas, sino por cada una de sus creaciones: al leer sus cuentos, ¿funcionan o no funcionan?
La respuesta poco tuvo que ver con la paz mundial y el bienestar social. Al contrario, ese cuadro final estuvo caracterizado, en gran parte, por el tema de la muerte en sus trillados contextos del asesinato, la guerra, la mutilación física y la cotidianidad urbana.
El “rey” del año pasado, José Borges, estuvo allí, pero como parte del acto de entretenimiento que se ofrece mientras el jurado delibera: una charla sobre técnicas de cómo redactar un minicuento.
El tercer Campeonato Mundial del Cuento Corto Oral coronó en la noche del jueves a Leonardo Soriano, autor de “La invasión”. Las menciones honoríficas correspondieron a Vanessa Seijo con “Horas extras”, a Ivette Clark con “Indocumentados” y a Blanca Miranda con “Caricias que matan”.

Comparten técnicas
La elipsis, los personajes conocidos mundialmente, los títulos en otros idiomas, la referencia a innovaciones industriales o científicas, los finales con palabras soeces, los contextos familiares y las parodias, fueron algunas de las estrategias que recomendaron los escritores Emilio del Carril, Eduardo Vera y José Borges en la charla “Técnicas para escribir cuentos breves”.
En una plática jocosa, pero organizada, estos autores discutieron con la audiencia del campeonato los pros y los contras de utilizar atrechos como éstos al proponerse redactar un minicuento.
“Funcionan como shortcuts (atajos) porque ayudan a situar en tiempo y espacio la acción del cuento sin usar muchas palabras”, y entonces el conflicto queda condensado en una o dos líneas, explicó Emilio del Carril.
“Tenemos que tener cuidado con usar referencias que no se entienden en otros países”, especificó José Borges ilustrando la dificultad principal de esta tarea.
Eduardo Vera, por su parte, resaltó la importancia del ingenio que evita recurrir al chiste para provocar al lector. Ejemplificó con “El hombre invisible”, de Gabriel Jiménez:
“Aquel hombre era invisible, pero nadie se percató de ello”.
Como éste, muchos de otros microcuentos en español están disponibles en http://www.ciudadseva.com/.

Cuarenta y ocho años después
Información tomada de:

Más de 80 participaciones fueron recibidas, según indicó Luis López Nieves, director de la Maestría en Creación Literaria de la USC. Sin embargo, el relato de Soriano sobre un grupo de hombres que, desnudos, invade una playa y logran dominar una ciudad, impresionó favorablemente al jurado
Leonardo Soriano, un cubano de 73 años, cuenta que escribió “La invasión” en la década del 60 y que el texto le acompañó “cuando salí de mi país, cuando me fui a Nueva York y cuando llegué a Puerto Rico”.
“La pobre estuvo ahí metida entre tantos papeles”, relata. “Ese grupo de hombres se sintió tan fuerte que sometieron a la gente a los dictados de su desnudez y por ahí siguieron intentando conquistar el mundo. Lo escribí en un ambiente de penetración ideológica fuerte en mi país con ideas del marxismo y el leninismo, y traté de configurarlo de un manera jocosa”.
Soriano desconoce si seguirá escribiendo o desempolvando trabajos. “Esto significa un reconocimiento que hace mucho tiempo no recibía profesionalmente. Eso me estimula a enfrentarme a la vejez; aunque debería estimularme a escribir más”, finaliza sobre el trabajo que leyó ante una audiencia integrada por 200 personas.


La invasión
Leonardo Soriano, primer premio del "Tercer Campeonato Mundial del Cuento Corto Oral"

Aquel grupo de hombres que se bañaba en las duchas de la playa se sintió tan fuerte en su desnudez que salieron a conquistar el mundo. Efectivamente, con gritos estentóreos abandonaron las duchas y se abalanzaron sobre la inerme playa, la, que pronto dominaron. Eso fue sólo el principio; después de someter a las demás personas a los dictados de su desnudez, los hombres siguieron a la calle hasta apoderarse primero de una manzana de casas, después, de la barriada entera, a continuación de todo el reparto y finalmente dominaron por completo la ciudad. Tal como, hicieron antes en la playa, hombres, mujeres y niños, por igual, tuvieron que rendir tributo a su desnudez.
Como a medida que avanzaban se sentían cada vez más fuertes, no tuvieron ningún reparo en apoderarse de las ciudades cercanas, que fueron tomadas en un mínimo de tiempo. Una necesidad crea la otra y así pronto la ola invasora se extendió hasta abarcar tres provincias, ocupadas sin la menor resistencia, ante el terror sobrecogedor de sus habitantes, que impedía cualquier posibilidad de defensa. Fue cuestión de días para que las restantes provincias cayeran en poder de aquellos hombres y para que todo el país se sometiera a los dictados de su desnudez.
El afán de conquista rara vez reconoce límites, y así no pasó mucho tiempo antes que los invasores cruzaran los mares y abarcaran otras tierras; cuyos habitantes les esperaban resignadamente instalados -alguien diría que hasta con cierto confort- en su conformismo, prestos a la entrega total. A un país fue siguiendo otro, con notable precisión hasta que después de conquistar el último, el mundo entero se vio sometido los dictados de su desnudez y una nueva paz, más estable y duradera, sobrevino por doquier. Era el triunfo de la desnudez presentida. Creo que fue entonces que comenzó a llover.

Tomado de:
http://www.primerahora.com/noticia/otros/espectaculosasi/la_invasion/216389

5 comentarios:

©Claudia Isabel dijo...

Amiga, supongo que la experincia fue muy enriquecedora. Siempre se aprende algo de estos concursos, por lo menos sabr como se evalúa y cual es el criterio...
Un abrazo enorme

Rocío dijo...

... siempre he creído que el tiempo no se pierde si se adquiere nuevas experiencias.

Te deseo lo mejor para ese próximo encuentro...

Un abrazo...

edwincolonpagan dijo...

Te felicito por el maravilloso análisis presentado. Concurro con vos en todo. Lo importante es seguir escribiendo. Soy escritor por vocación y he tomado talleres con Prof.Emilio del Carril del Sagrado. Te invito a pasar por mi blog, http://edwincolonpagan.wordpress.com/ Soy poco ortodoxo y me divierto narrando y pintando. Un placer conocerte a través de tu blog. Edwin

Angel Luis González dijo...

Gracias por compartir tu experiencia. Me gustó el relato ganador. Pienso participar en este año por primera vez.

Siluz dijo...

Gracias a ustedes por sus comentarios.
Espero, Angel L. González, que sea una experiencia enriquecedora. ¡Éxito!