14 de enero de 2008

Reflexiones del Lobo Feroz



Y así, me apalearon y me echaron fuera.
Y su risa fue como una agua hirviente,
y entre mis entrañas revivió la fiera,

y me sentí lobo malo de repente;
mas siempre mejor que esa mala gente”.
Los motivos del lobo
Rubén Darío


Me miro al espejo y no lo entiendo. Tengo los ojos muy grandes, es cierto. Y una boca enorme. “Para comerte mejor” comentan que dije. Esa frase ha dañado mi reputación por los siglos de los siglos. Mi nombre se convirtió en sinónimo de peligro y maldad, quizás solo superado por el cuco y las madrastras.

¿Tengo la culpa de que aquel pastor mentiroso gritara “¡Ahí viene el lobo!” por divertirse? Hasta me acusó de haberme tragado el rebaño completo. Tremendo estómago el tuyo, Lobito. Bueno, si me tragué a los seis cabritos, a la Caperucita y a la abuela, todos enteritos, debo tenerlo. ¡Y con tan buenos dientes que poseo como para haberlos hecho trocitos!

Pago pecados ajenos, no hay duda. ¿Por qué Doña Cabra dejó solos a sus siete hijos? Además de irresponsable es una bruja sádica y vengativa. Debe ser casi maga porque tras abrirme la barriga sacó a los seis cabritos, la llenó de piedras, cosió la herida y a todo esto ni me desperté. ¡Tengo más vidas que el coyote en manos del correcaminos! Aunque en cada una me achacan errores de otros. ¿Soy yo culpable si la madre de Caperucita fue tan negligente como para enviar a una niña sola a cruzar el bosque sabiendo que merodeaba un lobo feroz? ¿Por qué no fue ella misma a cuidar de su madre enferma? ¿De quién era el deber? Y además, ¿desde cuándo no iba la Caperucita a visitar a su abuela que fue capaz de confundirla conmigo? Y ¿dónde está su sentido de caridad? Le dije que tenía hambre, hasta me detuve a charlar con ella. ¿Por qué no me ofreció uno de los pasteles que llevaba en la canasta? ¡Si mi intención fuera comérmela, lo hubiera hecho allí mismo!

Esas cosas les pasan por egoístas. ¿Por qué los tres cerditos no vivían juntos en lugar de vivir cada uno por su cuenta? ¿No creen, como nosotros, en la cooperación y el compañerismo? Yo no permitiría que mi hermano viviera en una casa de paja cuando yo tengo una de ladrillo, por muy vago que éste fuera. En lugar de soplar, debí haber tumbado las puertas de una patada. Fuiste un tonto, Lobito. No viste el humo que salía por la chimenea y por poco te hacen sopa.

Esos dos hermanos contaron puras mentiras a todos los niños, tantas que no sé como pueden dormir después de oír historias tan aterradoras. Flautistas que secuestran chiquillos, niños abandonados por sus padres a su suerte, hechizos, engaños, hermanastras envidiosas, animales maltratados, monstruos, brujas que engordan a los chicos para comérselos. Después de escuchar todo eso, ¿quién le teme al Lobo feroz? Puedo ser insensible, pero no mato por diversión. Puedo ser despiadado pero no abandono a mis crías. Puedo ser cruel pero no provoco el sufrimiento de mis iguales. Puedo ser temible pero defiendo mi manada y nos mantenemos juntos ante el peligro. Puedo ser inconsciente pero no destrozo la tierra donde vivo.
Y son estos seres, los llamados humanos, los que se atreven a cantarle a sus hijos: “La loba, la loba, vendrá por ahí... si es que este niño no quiere dormir...” No, no puedo entenderlo
.
Siluz

5 comentarios:

El Peruano Dorado dijo...

Dichoso el árbol que es apenas sensitivo,
a más aún la piedra dura, porque ella ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de estar vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente... RD
Genio!!... pero para no ser tan fatalista como RD en "Lo fatal", te invitamos a reír un poco con El Peruano Dorado, un escritor fracasado en busca del éxito y la gloria. Estamos en: http://ferrantekramer.blogspot.com/

Patricio

Rocío dijo...

Mmmm... claro, la historia siempre contada a la versión de otros sin escuchar lo que el LOBITO tenía que decir...

Genial... es que eres genial... me ha gustado hasta el punto final.

Bendición,
Un abrazo,
Cabita

©Claudia Isabel dijo...

Amiga, encantador este cuento y absolutamente ciertas esas reflexiones...se lo leeré a mis niños...
Te dejo un beso enorme amiga!

Luciano Doti dijo...

El lobo de Caperucita fue un chivo expiatorio, la sociedad necesita mitos para justificar sus errores.

Anónimo dijo...

No se.... hace mucho que llegue a la conclusion de que el lobo era idiota redomado, ¿los tres cerditos? .... posiblemente un reflejo de lo que en tiempos era la sociedad ideal, independientes, cada uno su casa y segun su poder adquisitivo.... por lo demas.... los cuentos son eso: cuentos, pero cuidado, los niños no son tontos por ser niños, lo son porque algunos adultos se empecinan en aseverarlo.