18 de diciembre de 2007

En cien palabras

La fotografía

De pronto la recordó. Esa fotografía era la única evidencia de aquel suceso. ¿Cómo no la destruyó antes? ¿Por qué venía a su mente ahora?


—Revisa ahí. Necesitamos el número de tu tía. Hay que avisarle.


No comprendía las palabras de su esposa. Ni porqué lloraba. Intentó levantarse sin éxito. Estaba en su cama pero rodeado de máquinas, cables, relojes, oxígeno. Tampoco pudo evitar que su hijo abriera esa gaveta y rebuscara entre papeles.

¡Allí estaba aquella vergonzosa fotografía!

En los oídos le retumbaron tres palabras:
—¿Papá, cómo pudiste?

Entonces lo arropó el silencio, la oscuridad, la inmensidad, la nada.


(Este cuento surgió de una consigna de Tallerines: escribir un cuento en cien palabras. Tuvo mención en el certamen de Librería Mediática de Venezuela en abril de 2006.)

3 comentarios:

Rocío dijo...

Siempre me dejas con ganas de más...

Ichión...

Un abrazo ♥

Cabita

Anónimo dijo...

Siluz:
Aquí estoy “fisgoneando”, veo que tenemos amigos comunes pero el principal Serrat. Simpática la “Silla”, tu tienes muy buen corazón, porque yo no se la hubiera perdonado aunque no más fuera en el cuento. Me gustó mucho las reflexiones del lobo, eso nos enseña a que debemos también analizar la vida desde el punto de vista de los demás. Muy bien el Blog y me gusta mucho lo que escribes y tus mensajes. Felicitaciones por esa bella familia.
Desde Montreal, Canadá
Luís.

Anónimo dijo...

¡Qué minicuento tan especial! Sigue así, Siluz. He visto que te encanta Serrat, y otras muchas cosas que a mí también me gustan. Ya he cogido prestado de tu página la "Ñ" a favor del español en Internet. Me encanta el blog, y espero dejarte comentarios a porrillos, pero el tiempo, el tiempo me come Siluz. Bueno, un beso desde Torremolinos,
Juanma