En Tallerines, el taller literario virtual al que pertenezco, se nos asignó para este mes escribir epitafios. No estamos influenciados por la noche de brujas o la víspera del Día de los Muertos. Digamos que fue simple casualidad. El epitafio es, en cierto sentido, un relato hiper breve que pretende condensar en dos o tres líneas toda una vida, y hacia eso deberíamos enfocar los nuestros.
Para cumplir mi tarea escribí los siguientes:
María Torres Soto
(20 de dic. 2009)
Tu nido se volvió sepulcro.
No pudiste resistir.
Sé que volverás para llenar mi vida.
Te espero.
En una fosa común:
Yacen tus huesos mezclados
con los de otras víctimas del pueblo.
Como tus ideas y tus palabras.
Descansarás en un altar
el día que cantemos Victoria
y triunfen la justicia y la libertad.
Jorge Batista Trujillo
(17 de junio de 1945- 2 de marzo de 2017)
Tuvo entre sus manos
poder y abusó de él,
dinero y lo derrochó,
amor y lo dejó ir,
vida y se le escapó.
Nadie llora su partida.
¡Descanse en soledad!
Algunos de los compañeros escribieron epitafios llenos de humor. Me parecieron graciosos sin pensar en lo que pudieran tener de crueldad o de dolor. ¿Sería posible que hubiera epitafios reales de ese tipo? Encontré muchos en Internet. No sé si son auténticos o no, ni pienso investigarlo. Si lo son, perfecto y si no lo son, no importa; podrían serlo.
Se dice que en la tumba de Groucho Marx no aparece el famosísimo epitafio que se le atribuye: “Perdonen que no me levante”. No por eso deja de ser original y acertado. Aunque sabemos que es lo único seguro que tenemos, no todos somos capaces de dejar escritos nuestros propios epitafios o escribirlos para nuestros seres queridos.
A continuación algunos que me parecieron geniales.
«A mi marido, fallecido después de un año de matrimonio.
Su esposa con profundo agradecimiento».
en su vida no ha hecho otra cosa».
«Aquí yace mi mujer, fría como siempre»
«Aquí yace mi marido, al fin rígido».
«Levantaos, vagos, la tierra es para quien la trabaja».
«Descansa en paz hasta que volvamos a encontrarnos».
«Al fin polvo».
“Necesité toda una vida para llegar hasta aquí”
Se dice que en la tumba de Groucho Marx no aparece el famosísimo epitafio que se le atribuye: “Perdonen que no me levante”. No por eso deja de ser original y acertado. Aunque sabemos que es lo único seguro que tenemos, no todos somos capaces de dejar escritos nuestros propios epitafios o escribirlos para nuestros seres queridos.
A continuación algunos que me parecieron geniales.
Moliere
"Aquí yace Molière el rey de los actores.
En estos momentos hace de muerto
y de verdad que lo hace bien."
En estos momentos hace de muerto
y de verdad que lo hace bien."
Jean Eustache
Llame fuerte,
Como para despertar a un muerto.
(Nota encontrada en la puerta de la habitación del hotel en la que se pegó un tiro.)
Antonio Gala
Murió vivo
Márqués de Sade
Si no viví más, fue por que no me dio tiempo.
Fui lo que eres,
serás lo que soy.
Cuando naciste reían todos y sólo tú gemías.
Procura que al morir sean todos los que lloren
y sólo tú el que rías!
Feliz al fin
Johannes Kepler
(1571-1630)
“Mensus eram coelos, nunc terrae metior umbras;
Mens coelestis erat, corporis umbra iacet”
(Medí los cielos, y ahora mido las sombras;
El espíritu estaba en el cielo, el cuerpo reposa en la Tierra).
Miguel de Unamuno
«Sólo le pido a Dios que tenga piedad con el alma de este ateo».
Isaac Newton
Dad las gracias, mortales,
al que ha existido así,
al que ha existido así,
y tan grandemente
como adorno de la raza humana.
Nicolás Copérnico
(1473-1543)
Quieto Sol,
no te muevas.
Galileo Galilei
(1564-1642)
“Eppur si muove”
(y sin embargo se mueve)
(Hacía la voz de Bugs Bunny),
Benjamin Franklin.
"Arrebató el rayo a los cielos
y el cetro a los reyes".
Alejandro Magno
“Una tumba es suficiente para quien el Universo no bastara”.
Perro de Lord Byron
«Aquí reposan los restos de una criatura que fue bella sin vanidad,
fuerte sin insolencia, valiente sin ferocidad
y tuvo todas las virtudes del hombre
y ninguno de sus defectos»
fuerte sin insolencia, valiente sin ferocidad
y tuvo todas las virtudes del hombre
y ninguno de sus defectos»